Sin ningún género de dudas, lo mejor de este tinto de Rioja, es su relación calidad precio.
Las Bodegas de Osborne han conseguido presentarnos un Rioja de Crianza a un precio muy competitivo, pues lo podemos encontrar en supermercados por debajo de los cuatro euros.
Su aroma es agradable, con recuerdos a vainilla y frutas del bosque, su color es granate, y en cuanto al sabor que nos ofrece, podemos calificarlo de frutal, con ciertos recuerdos a barrica, pero sin que por ello podamos esperar encontrarnos con un vino que pueda competir con otros Riojas más emblemáticos y afamados, pues su sabor adolece de la profundidad y persistencia de otros.
Su presentación tampoco está demasiado conseguida, con un etiquetado que siendo generoso, me parece tan sólo vulgar.
Es apto para acompañar carnes, pescado azul y guisos.