La caja de Polvorones tradicionales de la Estepeña, tiene un diseño totalmente clásico, de toda la vida.
Dentro de la caja, una decena de polvorones de pasta clásica de almendras y con un suave toque de limón, con un peso de 300 gramos.
Aunque yo no soy especialmente aficionada a los polvorones, estos son ricos, aunque como todos los polvorones, dejan una sensación un tanto arenosa en la boca. Estos en concreto, dejan un regustillo a limón bastante agradable. Otra de sus ventajas es que no tienen conservantes.
Su principal inconveniente es su alto contenido calórico: 167 calorías cada polvorón (de las cuales, 78 de grasa). Además contienen grasas saturadas (las malas), colesterol y azúcar, por lo que si tenéis colesterol, triglicéridos altos o problemas de azúcar no debéis consumirlos.
En el envase también advierten de la presencia en ellos de trazas de frutos secos, leche, soja y sésamo. Precaución a los intolerantes y alérgicos.
Su precio es razonable: no llega a 3€ en cualquier supermercado o hipermercado.
Veredicto final.- Aunque los polvorones no sean mi dulce navideño predilecto, reconozco que estos están muy buenos. Lástima que engorden tanto.