Mi niño es muy propenso a coger catarros durante el invierno. Desde muy pequeñito su punto flaco han sido los bronquios, de forma que cada vez que tiene un catarro con mocos en la nariz, hemos de tratar por todos los medios que no pasen a sus bronquios y peor aún, a los pulmones y complicar la cosa...
Cuando tenía unos meses le lavábamos con suero fisiológico, pero más tarde el pediatra nos recomendó Rhinomer: Agua de mar esterilizada 100% y por lo tanto inocua para el niño.
El producto se presenta en un envase plástico en cuyo extremo tiene un tapón alargado con un tubito que se introduce en la fosa nasal del niño.
La forma de hacerlo es la siguiente: Se coloca al niño de lado, se introduce el tubito en la fosa nasal que queda en la parte más alta, se le da la vuelta y a continuación se repite lo mismo con la otra fosa nasal
Después de hacer esta operación con las dos fosas nasales, sentamos al niño y en ese momento es cuando sale todo lo que tiene acumulado, sobre todo si el moco es más o menos líquido, si lo tiene durito no saldá más que la solución, pero se ablanda para la próxima vez, o incluso para que pueda salir si el niño estornuda.
El Rhinomer que más usamos en casa es el de Fuerza 1, pero también hay fuerzas 2 y 3, para niños y adultos.
Estamos encantados con este producto y hemos logrado atajar el problema de los bronquios. Por lo general se lo echamos por la mañana y después del baño nocturno, pero puede usarse más veces por ser inocuo.
En cuanto al precio, ronda los 6 euros y la duración dependerá de lo que se use, pero cunde bastante y realmente vale la pena por los resultados que da.
Termino recomendándoos que con suero o con este producto, lo que queráis o lo que más os convenza, cuando vuestros niños tengan mocos ¡fuera con ellos! nos complican la vida mucho más de lo que parece...