El Faber Castell Fluorescente es en general un buen rotulador, sobre todo si le das un uso razonable, es decir, lo utilizas para hacer subrayados y no para pintar a diestro y siniestro como hace mi hija.
Es un rotulador de forma rectángular, plano y en la tapa viene el color con el que rotula.
La tapa es dura. No se le cae a no ser que la saques haciendo fuerza. No debes temer a que se te abra en el bolso. Es casi imposible.
La desventaja es que no tiene recargas. Cuando terminas un rotulador, tienes que tirarlo y comprar otro.
La punta del rotulador está cortada al biés. Esto facilita la tarea de rotular. No es una punta dura. Con un uso a destajo acaba desilachándose.
Me gusta como subraya. Tiene un trazo grueso y preciso.
Dura bastante. A mí me dura más que otros fluorescentes.
Pintan bien, excepto en los folios reciclados. Pero yo poco papel reciclado uso.
Os recomiendo este rotulador. Los hay de varios colores.