George Orwell tuvo el honor de escribir uno de los libros más famosos a nivel mundial. Estoy hablando de Rebelión en la granja, una novela donde los protagonistas principales son los animales de una granja que se ponen en pie de guerra.
Motivos tienen para ello. Su dueño no los trata precisamente bien y, cuando te explotan, debes plantarle cara al negrero. Esto hacen nuestros protagonistas e incluso hacen más: echan al negrero y quedan ellos al frente de la granja.
Lo malo es no es fácil gobernar. Cuando no hay quien mande y mandamos todos, no todos estamos dispuestos a colaborar. Los habrá que intenten dejar de cumplir sus obligaciones y esto repercutirá en un pésimo funcionamiento de la granja. Es lo que les ocurre a nuestros amigos. Pronto se darán cuenta que ni son iguales ni pueden tan fácilmente como pensaban prescindir de un granjero al frente de la explotación ganadera.
La novela es tremendamente original, incluso cuando te quedas en el relato en sí y no intentas ver significados ocultos por parte del autor. Si buscas significados ocultos, te da para pensar mucho. ¿Es una crítica al comunismo? Podría ser. La novela fue escrita en pleno apogeo de la Unión Soviética.
Yo lo he leído como un relato más, sin complicarme la vida. Disfruté cuando los cerdos deciden encabezar la rebelión en contra del señor Jones una noche en la que éste se olvida de darles de comer. a la mañana siguiente, los dueños de la granja no pueden hacer frente a los animales. Ya es demasiado tarde. Justo entonces viene lo mejor de la novela: ¿cómo organizan una granja sin dueños?
No tardan en empezar los problemas, entre todos los animales y, en concreto, entre los propios cerdos que encabezan la rebelión. Los principios tan bonitos que se habían propuesto (estudiar, aprender a leer, construir un molino,...) quedan en deseos incumplidos.
Hay que reconocer que George Orwell, este inolvidable escritor ingles, tuvo mucha imaginación en este libro que os recomiendo. Yo lo he leído y releído en varias ocasiones y siempre me sentí tremendamente enganchada por la historia de los animales.
El libro me deja siempre un sabor algo amargo. Es una pena que las revoluciones no triunfen.