Detesto los Risi Risketos por lo mucho que manchan los dedos. Es horrible quitar ese color naranja que le queda a Patricia en sus deditos. Pero a mi hija le encanta este snack y por eso siempre acabo comprándolo.
No saben nada mal, hay que reconocerlo. Uno te pide otro. Además los encuentras a vender en todos los supermercados. Es raro el día que llevo a las niñas conmigo a hacer la compra y que no me lleve un par de bolsas de Risi Risketos.
Y no sólo manchan las manos. La lengua tam color mandarina madura.
Me gusta bastante su sabor, como he dicho. Saben a queso sabor que canse.
Sales mejor comprando la bolsa grande, la de 120 gramos que te venden en los supermercados. Las bolsas de 40 gramos que venden en los kioskos son más caras en comparación.
No puedo recomendarlos para quienes quieran comer sano. No son nada sanos. Tienen un montó engordan una barbaridad, pero no pasa nada si los pruebas de cuando en cuando.
No los confundes con otros snacks por su sabor característico, el de toda la vida, por su forma de gusanito retorcido, por el crujido que hacen cuando los metes en la boca y los muerdes,...
Los encuentras en marca blanca. Yo prefiero éstos. Tienen un sabor más suave, más natural. Vale, pues, pagar unos céntimos más y llevar una bolsa de Risi Risketos de toda la vida.