Dollhouse es una serie de Joss Whedon, conocido por otras como Buffy o Angel.
En esta ocasión nos muestra un tema no tan descabellado, como es el de control mental, algo que podría suceder si la tecnología avanza. Yo si que me creo que la naturaleza humana pueda llegar a esos extremos.
Dollhouse puede parecer como una secta y es que es una organización en la que la gente hace lo que se les ordena sin oponer resistencia. Eso se consigue "imprimiendo" en ellos una u otra personalidad.
La gente paga mucho dinero por los servicios de esa gente, llamados Activos, que van desde simple prostitución a mercenarios.
La serie no está mal. Es entretenida y no se hace repetitiva ya que en cada capítulo el personaje principal tiene una u otra personalidad. Toca muchos temas pero lo que consigue enganchar es la trama de la serie.
Los actores están más que correctos en su papel. Consiguen hacerme olvidar sus papeles anteriores y es que Joss Whedon repite con varias actrices de Angel o Buffy.
Lo mejor de la serie, aparte de lo original de sus historias, son los escenarios y es que me parece que está estupendamente orientada.
Lo peor es la falta de comunicación entre el creador y la cadena que la produjo o la compró o lo que sea, de modo que sufrió muchos altibajos, hasta que por fin se produjo su cancelación en la segunda temporada. Aunque se supone que el final fue bastante cerrado, quedaron muchas cosas en el aire.