El Hotel Santa Clara es un pequeño hotel (de sólo catorce habitaciones) y dos estrellas de categoría situado en pleno casco histórico de la ciudad de Oviedo. Su ubicación es el principal motivo por el que lo elegí, ya que, por motivos laborales, necesitaba un hotel céntrico en esta ciudad.
Las instalaciones, muy limpias, y el mobiliario del hotel se encuentran en buen estado, aunque no destacan en absoluto. Sin embargo, con sólo dos estrellas, ofrece conexión wifi gratuita y real en todas las habitaciones. Además, a la llegada, la dirección tiene el detalle de ofrecer unos caramelitos y una botellita de agua.
Eso sí, las habitaciones son pequeñas y los armarios estrechos. Claro que esto no es raro en los hoteles urbanos europeos, pero no deja de sorprenderme que una habitación como la que yo elegí se considere doble (aunque yo la reservara para uso individual). Suerte que sí cuentan con un escritorio.
El baño justo, con una bañera amplia y un potente secador de pelo, algo que siempre se agradece en un viaje de trabajo en el que no es posible llevar demasiado equipaje. Las amenities, muy justitas, porque se completan con un par de dispensadores de gel de baño en el lavabo y en la bañera.
El Santa Clara no dispone de aparcamiento, pero hay uno público bastante cerca del mismo.
Respecto al régimen alimenticio, yo elegí únicamente alojamiento y desayuno, porque ésta suele ser la opción más interesante para viajes de trabajo. No obstante, el desayuno me resultó un poco pobre para los seis euros que cuesta.
El trato en recepción, que funciona las veinticuatro horas, fue amable y cordial y el ambiente del hotel, muy tranquilo.
Conclusión: Un hotel sencillo, pero céntrico y limpio y con una buena relación calidad precio. Ideal para un viaje de trabajo o negocios.