Me gustan mucho las mermeladas, sobre todo para los desayunos. Lo que no me gusta es lo mucho que engordan. Por eso me he pasado a la Gerblé Mermelada sin azúcar de fresa, una mermelada que encuentro sabrosa pese a que no lleva nada de azúcar en su composición.
Bueno algo de azúcar si tiene, pero es el azúcar que le aportan las frutas seleccionadas con las que la elaboran.
Esta mermelada se conserva bien gracias a su cuidado envasado. Te la venden en un envase de cristal que cierra con una tapa de metal. El tarro transparenta el contenido, lo cual te permite ir viendo la mermelada que te queda.
Me gusta untarla en las tostadas del desayuno. Está buenísima con el pan tostado, tanto con el que haces en casa como con el que compras en paquetes en el supermercado. Les da un sabor exquisito.
Pese a que no tiene azúcares añadidos intento no pasarme porque engordar si engorda. Lo he visto en mis niñas. Ellas también la toman y cuando no estoy en casa se me ponen cuadradas consumiendo sólo esta mermelada.
De precio no sale nada barata. Cada tarro cuesta 3,25 euros. Teniendo en cuenta que en mi casa poco nos cunden los tarros porque es la mermelada que más se consume en los desayunos no nos sale nada barata.
La encuentras a vender en muchos supermercados grandes, en la zona de los dietéticos.