Un champú que usamos mucho en casa para frenar la caída del cabello es el Lotigen Champú Anticaída. Digo usamos porque también mi marido se lava la cabeza con él.
Es un champú que acabó en la cesta de mi compra en un supermercado porque me llamó la atención su envase, una botella estrecha que combina los amarillo y morado oscuro. El amarillo lo lleva en el tapón. No es que me guste el envase, peor sí llamó mi atención y decidí comprarlo porque era un anticaída que nos vendría muy bien para combatir la caída estacional del cabello.
Así fue. En dos o tres lavados ya notas como el pelo te cae mucho menos. Es un champú que me deja el cabello bien limpio, con bastante brillo, suave al tacto y muy fortalecido en la zona de la raíz, que es donde más se debilita a partir de septiembre.
No te sale nada barato. La botella de sólo 250 ml me costó la última vez 7,95 euros con oferta. Me tiene costado hasta tres euros más. Pero vale la pena comprarlo.
Es un champú que lleva vitaminas en su composición y te deja un olor en el pelo muy agradable que refuerza la sensación de limpieza que siento cuando me lavo la cabeza con él.
Lo puedes usar con cierta frecuencia porque no es nada agresivo con el pelo, al contrario. Con todo yo no me lavo la cabeza con el Lotigen Champú Anticaída más de dos días a la semana. No me gusta abusar de champús específicos porque si lo haces dejan de hacerte efecto.
También le he lavado la cabeza a mi niña mayor con el Lotigen Champú Anticaida. Le fue igual de bien que a nosotros. Con una sola vez que se lo apliqué ya se le vio el cabello más fortalecido.
Cuando me lo aplico lo dejo actuar como cosa de un minuto antes de aclarar la cabeza con abundante agua tibia. También me masajeo todo el cuero cabelludo. Es la manera de que te resulta más eficaz.