El Bizak, Pasa el chaparrón es de agua que resulta entretenido tanto para los más pequeños de la casa como para los mayores. Es muy simple. Lo único que consigues con él es divertirte y, lo más seguro, también mojarte.
Yo me mojo siempre cuando juego con mis niñas en el jardín de la urbanización. El juego consiste en llenar de agua la bandeja e ir poniendo debajo los vasitos. Así se forma una columna y debes aguantarla para que no caiga. Si se te cae, cosa que a mí me pasa siempre, te das una buena mojadura y aguantas las risas de los demás.
Nunca les dejo a las niñas ni a mi marido jugar dentro de casa porque con este juguete te mojas y lo mojas todo más pronto o más tarde. Los juegos de agua son para jardines y playas, no para dentro de casa.
Nosotros hacemos competiciones con este juguete. Apostamos a ver quién no se moja. Mi marido es el que menos se moja. Le tiene cogido el truquillo al juguete. Yo soy la que pierdo siempre la apuesta.
Pero no sólo nos ha servido para divertirnos sino que ha sido una gran ayuda para que Paula, nuestra pequeñina, vaya perdiendo el miedo que tiene al agua. Desde que jugamos con el Bizak, Pasa el chaparrón ya no berrea como berreaba cuando la baño.
Os lo recomiendo muy mucho. Es un juguete que vale para personas de todas las edades aunque esté pensado para niños. En mi casa nos divierte y entretiene a todos. Casi nos gusta más a nosotros que a las niñas.