No me gustan nada los Crocs Classic que se han puesto tan de moda, sobre todo en verano para llevar a la playa a modo de chancla.
Yo tengo unos bancos que compré en Londres hace años. Están como el primer día porque fue calzarlos y odiarlos. Me parecen horribles y no me resultan nada cómodos.
Además los encuentro enormes. Me hacen unos pies más grandes de los que los tengo.
Los Crocs Classic son mucho más caros que las imitaciones baratas que venden en los chinos. Mi marido compró unos para él este verano en Madrid y le costaron 30 euros. Por 3 euros comparas una imitación en los bazares chinos.
Los venden en un montón de colores. Esta es la única ventaja que les encuentro: la variedad de colores. Los hay negros, blancos, azules, verdes, rosas, naranjas, rojos,...
También los hay para los niños. Gracias a Dios, mis niñas no me los han pedido. Me parecen tan horribles para los grandes como para los pequeños de la casa.
He probado a usarlos a modo de chancla y me eran incómodos. Con la tira que los sujeta al talón tampoco me resultaban cómodos. Ahora los usa mi madre cuando viene a mi casa. A ella le encantan. Los usa como zapatillas.
Los Crocs Classic me parecen muy aparatosos. Si los quieres llevar en la bolsa de playa te ocupan un montón de espacio. Te vale la pena llevar las chanclas de toda la vida.
No sé qué les encuentra la gente. Se venden una barbaridad tanto los de marca, los clásicos, como las imitaciones.