Hace más cinco años que compré este calientapiés eléctrico de Beurer, y fue el regalo que decidí hacerme por Navidad, porque por muy ambientada que estuviera la habitación de estar no conseguía que los pies me entraran en calor
Este modelo de calientapiés dispone de dos funciones diferentes y complementarias, por un lado se calienta y por otro da masaje, como una pequeña vibración
Dispone de dos niveles de calor y de dos niveles de masaje
Estas dos posiciones de calor y masaje pueden usarse juntas o por separado, del mismo modo que pueden usarse por separado, sólo calor o sólo masajes, en cualquiera intensidad; siempre de modo independiente
El interior está revestido de una felpa, a modo de borreguillo, que es muy confortable, y que puede quitarse para lavarla, cosa que es conveniente hacer a mano
El tamaño es adecuado tanto para pies pequeños como para pies grandes
Sus medidas son 32 x 26 x 26
La potencia aproximada es de 16 watios
Tiene tres años de garantía
El precio que yo pagué por él hace años es de 39 euros
MI OPINIÓN
A veces compramos cosas que en un principio nos parecen muy interesantes y con el tiempo pasan a a ser un estorbo acoplado en cualquier cajón o un adorno en alguna estantería, eso no es lo que me ha pasado en esta ocasión
Creo que ésta es una de las mejores compres que he hecho nunca, si al principio me pareció caro, ahora pienso que tengo más que amortizado lo que pagué por él
Es muy confortable, los pies se mantienen calientes sin llegar a quemar ni a molestar en ningún momento, aunque siempre puede bajarse la temperatura si notamos exceso de calor
El tejido interior es muy suave y mullido, muy cómodo, y el hecho de poder sacarlo y lavarlo hace que además de confort gane en higiene
Yo suelo usar más el calor que el masaje, pero reconozco que de cuando en cuando me apetece, sobre todo si llego a casa cansada y con los pies helados, el masaje, además de relajar y eliminar es estrés hace que éstos entren antes en calor
El consumo eléctrico es mínimo, y si a esto sumamos que necesitaremos menos estufas, yo diría que acabamos ahorrando energía
Casi todo son ventajas, sólo le encuentro una pega, los pies han de estar unidos en el interior del saco, por lo que algunas veces es incómodo no poder cambiar de postura, por otro lado hay que sacar los pies cada vez que necesitamos movernos y esto tampoco es cómodo, aunque son detalles que se pueden perdonar, al menos yo las paso por alto, ya que le encuentro más ventajas que contras.
Es un producto que recomiendo, ya que me va muy bien con él, y le doy mucho uso, sobre todo en los días más frios de invierno