Una licuadora que tengo aparcada en una alacena de la cocina es la Severin CP 3547. Deja tanta pulpa en los zumos que para mí no vale porque me gustan los zumos muy licuados.
La compré pensando que me iba a salir mejor. Tiene un diseño un tanto moderno que me llamó la atención. Es negra y plateada.
Debí haberme informado antes de comprarla y no haber hecho una compra tan impulsiva. De saber que carece de depósito para la pulpa de la fruta no la hubiera adquirido.
Mi chico la utiliza de vez en cuando para hacer zumo de naranja por la mañana cuando tiene prisa. A él no le importa mucho que el zumo de naranja salga con pulpa.
La única ventaja importante que le encuentro a esta licuadora es lo rápida que es. En un visto y no visto te prepara un zumo. La capacidad de su vaso es de 700 ml. Tiene una capacidad suficiente para una casa donde no hay mucha familia. Además, al ser tan rápida, puedes preparar dos vasos de zumo en el tiempo en que otras licuadoras te preparan sólo uno.
Para limpiarla la puedes desmontar y meter sus piezas en el lavavajillas. Es lo que hago yo. Queda limpia como los chorros del oro.
Lo demás son desventajas: zumos con pulpa, cable pequeño,...
No os la recomiendo si os gustan los zumos tan licuados como me gustan a mí. Te vale para exprimir fruta que no suelte mucha pulpa como las manzanas, por ejemplo. Pero las manzanas no compensa mucho exprimirlas porque poco zumo les quitas. Te sale más barato comprar el zumo de manzana hecho.
La Severin CP 3547 me costó 35 euros. Fue un dinero un poco tirado. Esta licuadora es la que menos uso.