El Park Plaza Westminster Bridge London es uno de mis hoteles favoritos en Londres tanto por su excelente ubicación como por sus instalaciones.
Está enfrente del Parlamento británico y del Big Ben, en pleno centro. Es ideal para desplazarte en transporte público. Te quedan muy cerca las paradas de metro, una de ellas con conexión con el tren.
El hotel es lujoso, moderno, está muy limpio. Tiene un spa espectacular y lo mismo puedo decir del gimnasio.
Nuestra habitación era grande. Me llamó la atención que tuviera microondas. Lo utilicé bastante porque nos permitía ahorrar en comida. Subía cositas de un supermercado y las calentaba en el microondas como si estuviera en mi casa. Para enchufar móviles y demás no necesitaban adaptadores; había enchufes de todo tipo. Nos dejaron té y café para preparar. En este hotel son muy detallistas con los clientes.
El desayuno fue maravilloso. Salías saciada para todo el día si te comías la bollería, las salchichas, el bacon, la fruta, el embutido... La fruta la tenían pelada y cortada en trocitos. Todo un detalle.
La estancia no nos saló muy cara porque el microondas que teníamos en nuestro cuarto nos permitió ahorrar una pasta en restaurantes. Los restaurantes de Londres son muy caros y más en la zona que está el Park Plaza Westminster Bridge London. Te sale más barato quedarte a comer en el restaurante del hotel que salir a uno de fuera si quieres comer de restaurante.
La decoración del hotel es moderna, con estilo, lujosa.
En desplazamientos tampoco gastamos. Íbamos de Piccadilly al Soho andando. Bueno, turismo ya podías hacer desde la ventana de nuestra habitación porque tenía unas vistas estupendas al Puente de Westminster. Mi chico sacaba fotografías desde la ventana.
En cuanto a ruidos, nuestro cuarto era bastante tranquilo porque estaba en los pisos superiores. Cuanto más arriba mejores vistas y menos ruidos te llegan.
La piscina cubierta es maravillosa: grande, iluminada con luces suaves, con unas tumbonas comodísimas. Yo iba sólo por las tumbonas. Allí esperaba mientras mi chico se dedicaba a nadar.
En cuanto a la decoración de nuestra habitación era tan moderna como la del resto del hotel. Camas con colchas blancas, mucho blanco y negro, un escritorio con una silla de ruedines, una mesa con sillones. El wi fi era gratis en las habitaciones. El televisor era de plasma y enorme. Estabas, pues, mejor que en tu casa.
Del personal no tengo queja. Fueron muy amables. Tenían todo limpio,muy limpio y cambiaban continuamente las toallas del cuarto de baño.