Italia es un país que me encanta para ir de vacaciones. No hace mucho tiempo estuve con mi chico en Positano, un pueblecito precioso. Nos alojamos en el Hotel Ancora, un hotel coqueto con unas vistas preciosas al Mediterráneo.
Por dentro el Hotel me recordó a las casas del Imperio Romano. Nuestra habitación, por ejemplo, era amplia y con unos arcos y unos techos ovalados que te hacían sentir como en tiempos de Trajano. Los suelos de la habitación eran de baldosas marrones, igual que los suelos del resto del hotel. Teníamos televisión vía satélite, conexión a Internet rápida, unas vistas preciosas al mar desde las ventanas.
Desayunamos en el hotel. Sirvieron un buffet con mucha bollería recién horneada, fruta y cereales. La bollería me encantó.
En el Hotel Ancora tienen muchos detalles con los clientes. Mi chico me sorprendió con una cena en la terraza de la habitación perfectamente servida gracias a su servicio de cenas en las habitaciones. Lo que es una pena es que no tengan restaurante. Seguro que lo llenaban si lo tuvieran.
Es un hotel que tiene la desventaja de estar en una calle con mucha cuesta. Como subas andando llegas para tirarte en la cama. Es mejor ir en coche. El Hotel Ancora tampoco tiene piscina. Mi chico iba a nadar a la del Hotel Covo de Saraceni, igual que el resto de clientes del hotel. Yo prefería ir a la playa, no quedaba lejos y es mejor el mar que cualquier piscina para nadar.
Nuestra habitación, como os he dicho, era amplia. Lo mismo puedo decir del cuarto de baño donde había una bañera redonda grande que daba gusto utilizar.