Esta es una idea nueva dentro del mundo de la cosmética y es como un acondicionador pero para el cuerpo, es decir, que se usa sobre la piel húmeda y después se aclara. A mi eso no me convencía pues pensaba que la hidratación se iría con el agua, pero para nada. La piel queda súper hidratada, suave y elástica, como con una hidratante convencional pero con la ventaja de que la absorción es rapidísima y que te puedes vestir nada más secarte.
Esa idea me resulta muy atractiva tanto en invierno como en verano. En invierno porque con el frío estás deseando vestirte y en verano porque con el calor te sientes mas pegajosa y no te apetece ponerte cremas, al menos a mi.
La textura del producto es una mezcla entre leche y gel, que es absorbido de inmediato por la piel. No hay que esperar para aclararse y después te secas con la toalla como si no lo hubieras usado. La piel te queda estupenda, suave y sedosa.
Y ahora llegan los inconvenientes. El primero es el formato. El bote recuerda a un acondicionador de pelo, pero es como más duro y más ancho, lo que lo convierte en menos manejable. Con las manos mojadas se me resbala y no consigo apretar bien, sobre todo cuando va quedando menos.
Y el segundo inconveniente tiene que ver con el tiempo que dura la hidratación, poco para mi gusto, pues después de pocas horas noto mi piel reseca, sobre todo en las piernas. Quizá sea porque este es para piel normal, el de piel seca es más emoliente.