Hace unas semanas fui al entierro del padre de una amiga de mis padres y flipé. Una espera encontrar en el tanatorio un rezo de rosarios y silencio respetuoso. Lo que no espera es encontrarse con unos magos haciendo magia a los pies del fallecido.
Los de la magia eran de una compañía de teatro que se llama Zootroupe. El trabajo escasea en los teatros y ellos se buscan la vida como pueden. Su última especialidad es la animación en los entierros.
Esta gente se sabe vender. Después del espectáculo repartieron tarjetas entre todos los asistentes. No creo que se me dé por solicitar sus servicios para un entierro. Quedé horrorizada.
Zootroupe ha sido creada por un tipo que trabajo en La Cubana según me contaron mis amigos. De hecho su espectáculo recuerda bastante a a La Cubana, pero, como os decía, no me parece que proceda en un entierro. Que se reinventen para ganar dinerito es estupendo. Está muy bien que saquen la magia de los teatros y la metan en bares y chiringuitos o se especialicen en magia gay, pero lo de los velatorios... como que no.
En el tanatorio la gente quedó un poco descolocada. No sabías si reír o llorar. Yo, que no lloraba, me entró una llorera que parecía la esposa del muerto. Mi marido salió de la sala y se fue para el bar. Aquello tampoco era de su gusto. No creo que ninguno de los asistentes a aquel entierro en Barcelona se animen a copiar la idea de la amiga de mis padres. Su padre no quería un entierro triste, pero aquello... En fin, para gustos colores.