La loción bronceadora Piz Buin Tan & Protect Lotion SPF 30 no resulta nada pringosa. A mí me está haciendo más duradero el bronceado y me evita que la piel se me escame, como me sucedía en otoños pasados tras un verano de mucho sol.
Me gusta también por lo hidratante que resulta. Me deja la piel bien hidratada, suave, flexible, sin tiranteces.
¿Más ventajas? Pues sí. No me mancha nada la ropa. Resiste perfectamente que te duches porque no se va con el agua.
Es fácil de aplicar gracias a una textura bastante fluida. Mi piel la absorbe rápido. Esta loción es de color blanco, cosa que me llamaba la atención la primera vez que me la puse. No esperaba que me diera tan buenos resultados al ver su color.
Lo que no me gusta es el envase. Lo encuentro totalmente fúnebre. Es un tubo de plástico de 150 ml de color marrón oscuro, casi negro con las letras en colores blanco y dorado. Casi parece un producto para hombres por el envase.
Yo lo estoy comprando en una farmacia de mi barrio. Me cuesta cada tubo 10,55 euros. Lo he visto a vender hasta cinco euros más caro. Hay que mirar en varias tiendas antes de comprar porque te puedes ahorrar un dinerito de sitio a sitio.
La debes aplicar antes de tomar el sol. Yo me la pongo siempre con la piel limpia y bien seca. La voy poniendo dándome un suave masaje por todo el cuerpo.
Si la quieres retirar, con un gel suave te das una ducha y te sale. Es una loción resistente al agua, pero no tanto como pudieras suponer. Os la recomiendo por su calidad. A mí me gusta mucho más que otros bronceadores.