La Cabaña de Senén, Madrid, está en La Casa de Campo, uno de los mayores parques públicos urbanos del mundo y el más grande de Madrid. Este restaurante está cerca del lago. Es muy fácil de encontrar.
Se trata de un restaurante asturiano en el que puedes saborear lo mejor de la cocina tradicional del Principado. Tiene una carta variada en la que siempre encuentras un plato que te gusta.
Yo os recomiendo el rabo de toro. Lo hacen muy rico. Lo mismo puedo decir del bacalao o de la carne a la piedra. Son sus especialidades.
La última vez que estuvimos nos sirvieron un arroz con bogavante que te chupabas los dedos. También pedimos croquetas, lubina y entrecot de buey. La fabada la hacen rica, pero a mí como que no me va la fabada. Es muy pesada para mi estómago. Lo mismo me pasa con el pote asturiano que tanto le gusta a mi madre y que también preparan en La Cabaña de Senén.
A mí me encanta este restaurante. Es uno de esos restaurantes de los que no sales con hambre. Mi chico siempre dice que es como ir a comer a la casa de mi madre. No le falta razón. Los entrantes ya te sacian una barbaridad. Me refiero a las tablas de ibéricos, a los pimientos rellenos de bacalao, calamares, boquerones, mollejas de cordero, almejas a la marinera, gambas a la plancha...
En la La Cabaña de Senén preparan un besugo delicioso. Tienen gran variedad tanto en pescados como en carnes.
Los postres son totalmente caseros Tienen una tarta de chocolate igualita a la que prepara mi madre para mis niñas cuando van a su casa.
De la bodega tampoco tengo queja. Tienen buenos vinos de Rioja y Riberas del Duero.
Si no quieres comer en plan ración, tienen tapas, igual de deliciosas. Lo que no es tan delicioso es el precio. No te sale nada barato comer en el La Cabaña de Senén, pero siempre te queda el consuelo de que has comido bien y las raciones son grandes.
Para que te salga mejor de precio tienes que limitarte a pedir el menú del día. Entonces sí que el precio es asequible. Yo la última vez que estuve pagué por un menú del día 13 euros. Lo que pasa es que el menú del día puedes salirte un poco pobre. A mí me pusieron unas lentejas, un entrecot y de postre un trozo de tarta Selva Negra más pan y cerveza. El café me lo cobraron a mayores. Dos euros por el café tuve que apoquinar.
En todo caso, os lo recomiendo. La Cabaña de Senén es un restaurante tranquilo donde se come bien. Os recomiendo también comer fuera si hace buen tiempo. Tienen una terraza enorme casi al borde del lago.
No tiene una decoración nada lujosa. Mesas de plástico en la terraza, mesas con mantelería en tonos claros en el interior y sillas de madera y de mimbre. La decoración es bastante rústica. Las paredes son de piedra descubierta y los techos de madera.
Si te sobra el dinero, puedes pedir un salón privado y llevar a toda la familia. Fue lo que hizo mi cuñada por su cumpleaños el año pasado.