La almohadilla eléctrica puede ser una buena solución para unas cervicales doloridas. a mí me suele funcionar. Tengo varias, una de ella es la Febredol Almohadilla Eléctrica que compré el verano pasado.
Es una almohadilla con 55 w de potencia, temperatura regulable, una funda de lana de color azul lavable y un cable para enchufarla que mide dos metros y medio.
No es grande. Sus medidas son de 38 x 40 cm. Es una almohadilla de tamaño individual.
No es barata, pero sí asequible. Me costó 39 euros en una parafarmacia de Marbella. Fue mano de santo para los dolores de mis cervicales. Me salvó las vacaciones cuando estaba pensando en volver a casa.
Os la recomiendo. También os recomiendo lavar con cierta frecuencia su funda. Yo le tengo puesta una a mayores para que no se ensucie tanto. Esta almohadilla la estuve llevando en mis viajes estos últimos meses. Me ha sido de gran ayuda. Los dolores de cervicales me asaltan cuando menos falta me hacen. La almohadilla suelo ponerla en su temperatura máxima. Es así como se me van los dolores. La temperatura más baja casi no me hace efecto. Sólo la uso cuando tengo frío.
Este es otro uso que le doy a la Febredol Almohadilla Eléctrica: me la meto en la cama calentita y, como dice mi marido, es como si metiera al gato. Me deja la cama caliente. Así ahorro en calefacción. Lo empecé a hacer en un hotel que no estaba sobrado de calefacción y seguí haciéndolo en mi casa. Mi marido protestó un poco cuando empezó a hacerlo, pero ahora no dice nada. Se ha acostumbrado a notar la almohadilla dentro de la cama.