El Gran Hotel Argentino en Buenos Aires está en el centro de la capital argentina, a pocos metros de la Casa Rosada, la residencia de los Presidentes.
Es un tres estrellas bastante digno aunque o tan bueno como muchos hoteles tres estrellas de nuestro país.
Nuestra habitación era grande. Teníamos una cama de matrimonio muy cómoda y dos camas a mayores para las niñas. Estuvimos casi como en casa. Me gustó que la habitación tuviera tarima en el suelo. No me van nada los suelos enmoquetados. Todo se veía limpio, aunque un poco triste al predominar en la decoración los tonos marrones. Si descorrías los cortinones, la habitación ganaba en luminosidad y se veía la estancia más alegre.
El cuarto de baño era bastante peor que la habitación. Los sanitarios se veían bastante usados. Había una bañera como de los años setenta y una pileta que había conocido tiempos mejores. Los grifos tampoco funcionaban demasiado bien. el agua, tanto en la pileta como en la ducha, no salía con mucha presión.
En nuestra habitación había conexión wi fi, un televisor de plasma corriente y un ordenador desde donde nos conectábamos a la Red de Redes. El ordenador estaba sobre un sencillo escritorio pegado a la pared. La decoración de nuestro cuarto, como os dije, era bastante sobria. No había excesos. Un cuadro sobre la cama de matrimonio y un espejo en la pared a la que estaba pegado el escritorio eran los únicos adornos.
Este hotel te queda a un paso de todo en el centro de Buenos Aires. Casi no necesitas recurrir al transporte público para ir a los sitios de interés. Puedes ir andando hasta la Plaza de Mayo y también de compras. Las tiendas de las marcas más conocidas te quedan por los alrededores.
El buffet del desayuno es bastante variado y bien surtido. Los zumos no me parecieron naturales, pero eran mejores que os zumos de cartón que se venden en España. La fruta estaba en buenas condiciones. Había pan. También había fiambre en abundancia, mermeladas, cereales. No salías con hambre.
Os recomiendo el Gran Hotel Argentino en Buenos Aires. Cuando estuvimos nosotros había bastantes españoles. Según me comentó el chico de recepción, es uno de los hoteles favoritos de los españoles que viajan a Buenos Aires.