Los Sulá Caramelos son unos caramelos que tienen un rico sabor a nata con un toque notable de mantequilla. Tienen la gran ventaja de no llevar nada de azúcar añadido, lo cual los hace ideales tanto para niños como para mayores.
A mis hijas no les gustan. A ellas las quitas de lo que sabe a fresa o a naranja y no quieren nada. Bueno, si los caramelos son de chocolate, los devoran.
Al final los Sulá Caramelos me los como yo cuando tengo algo de dolor de garganta. Me la alivian un montón. Incluso más que los caramelos específicos para las molestias de la garganta y para la tos.
Las cajas son de 14 caramelos, un número que da para repartir. Hay que tener cuidado con la cajita porque rompe con mucha facilidad. Está hecha en un cartón que parece papel de fumar por lo frágil que es. Por eso siempre los guardo en otras cajitas de caramelos.
De precio están muy bien. No cuestan ni un euro. Por la última cajita que compré pagué sólo 89 céntimos. Los encuentras a vender en muchos supermercados.
Os los recomiendo. Estos caramelos que saben como a dulce de leche por la mezcla de nata y mantequilla en su composición están deliciosos. ¿Engordan? Supongo que sí. Aunque no lleven azúcares añadidos, la leche y la mantequilla siempre te ponen kilos, pero tampoco te van a poner muchos kilos en la báscula aunque te comas la caja entera un día que quieras darte un homenaje. Yo los compro mucho. Son unos caramelos que no les gustan a las niñas, pero entre servidora, mi santo esposo y alguna amiga las cajas de caramelos se vacían el mismo día que las compro.