Cuando vamos a Barcelona, nos gusta alojarmnos en el centro. En la zona de las Ramblas, que es donde está el Hotel Royal Ramblas, uno de nuestros favoritos, tanto por el precio como por su ubicación.
Es un hotel que tiene una decoración bastante moderna dentro de la sencillez de los muebles baratos. Lo único que ves más antiguo son los cabeceros de las camas. No es que sean antiguos. Tienen estilo antiguo. A mí me recuerdan mucho las camas que tenían mis padres en casa cuando yo era pequeña.
Nuestra habitación era de suelos de tarima, espaciosa, con un escritorio muy cómodo y una cama de matrimonio sobrada de cojines. Podíamos hacer una guerra de almohadas.
El cuarto de baño era grande, con aspecto de haber sido restaurado recientemente. Lo que más te llamaba la atención era la amplitud del lavabo. Podía maquillarme a la vez que mi chico se afeitaba sin pelearnos por el espacio.
Como os decía, lo que más me gusta de este hotel es su ubicación. El Royal Ramblas se encuentra en las Ramblas de Barcelona y a unos cien metros de la Plaça de Catalunya. Pese a su ubicación no es un hotel antiguo por dentro ni por fuera.
Dentro tiene unas habitaciones bastante modernas y chics con aire acondicionado, conexión Wi-Fi gratuita y un televisor de plasma mejor que alguno que tengo en casa.
Nosotros fuimos a comer al restaurante del hotel.El restaurante La Poma tiene unas vistas impresionantes a Las Ramblas. Sólo por eso vale la pena sentarse en una de sus mesas. Es allí donde sirven un desayuno buffet que incluye productos regionales como el pan con tomate y dulces caseros. Lo de los dulces caseros está muy bien para salirse un poco de la bollería industrial de la que abusamos muchas personas, como es mi caso.
Os recomiendo este hotel. El Royal Ramblas Hotel goza de una ubicación ideal para los turistas, ya que está a 5 minutos a pie del Passeig de Gràcia, donde hay numerosas cafeterías y tiendas exclusivas ideales para ir de compras. Además, el barrio Gótico está a poca distancia a pie. Yo nunca me pierdo un paseo por este barrio cuando estamos en la ciudad condal. Es un barrio que me encanta.
La última vez que estuvimos en este hotel no llevamos coche. Tuvimos que recurrir al transporte público. Menos mal que desde la Plaça de Catalunya hay autobuses que van al aeropuerto de Barcelona cada 15 minutos. Así nos ahorramos un taxi.
Volveré a este hotel. Lo pasamos muy bien tanto en el hotel como en nuestras salidas por la ciudad, sobre todo de noche. Fuimos a la Ciutat Vella, una zona con mucho ocio nocturno, tapas y tiendas para tus compras.