En una opinión os hablaba de un restaurante en el que estuvimos en mi reciente escapada a San Sebastián, en esta opinión os hablo de otro de los restaurantes en los que estuvimos comiendo y que nos gustó mucho, un restaurante totalmente recomendable.
UBICACIÓN Y CONTACTO:
El restaurante se encuentra en un lugar muy céntrico de San Sebastián, en el Casco Viejo y está junto a la desembocadura del río al mar, viéndose en frente el edificio de congresos Kursaal.
La dirección del restaurante es:
Paseo Salamanca nº 3, bajo.
20003 San Sebastián.
Teléfono: 943 42 07 23
El horario es el siguiente:
Mediodía: 13:00 - 15:30
Noche: 20:30 - 23:00
Se cierra los miércoles por la noche y los domingos por la noche.
Para obtener más información sobre el restaurante podéis consultar su página web:
http://www.restauranteurepel.com/
DECORACIÓN:
Cuando entramos en el restaurante hay una pequeña recepción y veremos que el restaurante tiene dos comedores, uno en la planta baja y otro en la primera planta al que se accede por unas escaleras.
Me fijé que en el comedor de arriba podían hacerse un reservado, ya que había una mampara de madera, que estaba abierta, pero que se podía cerrar y crear un reservado aparte.
También había en el pasillo por el que se accedía a los baños otra pequeña estancia con una mesa donde comer aparte.
La decoración del restaurante es muy elegante, es de un estilo clásico, el suelo es de moqueta gris oscuro y predomina la madera en la decoración.
En las paredes había vitrinas de cristal con distintos adornos.
En el comedor de la primera planta (en el que yo estuve, del de abajo no os puedo comentar apenas nada) había pocas mesas y el ambiente era tranquilo y acogedor, y a través de un gran ventanal había unas preciosas vistas a la desembocadura del río al mar.
Las mesas están decoradas con manteles y servilletas blancas, y las sillas son de madera, acolchadas y son muy cómodas.
La vajilla también era blanca, excepto algún plato de otro color, y era de unas formas más modernas que los habituales platos redondos.
La verdad que me gustó mucho la decoración, era elegante y clásico, muy bonito.
Según nos informamos, se trata de un restaurante que lleva muchos años en San Sebastián y que se cerró, y desde finales del año pasado lo han vuelto a abrir, dando un aire más actual al restaurante.
Baños:
Los baños se encontraban en la primera planta, y desde la planta de abajo se accedía por las escaleras a través de un pasillo y desde el comedor de la primera planta había dos puertas a la que acceder a ese pasillo. (Al principio me hice un poco de lío para encontrar el baño con tanta puerta).
Los baños estaban muy bien, tenían una decoración más actual que el resto del restaurante, parecían reformados, y estaban muy limpios y completos, con jabón y papel para secar las manos.
LA COMIDA:
Yo estuve durante el fin de semana y había para escoger entre un menú de fin de semana y un menú degustación.
También había para escoger algunos platos para compartir.
El menú de fin de semana estaba muy bien, ya que había bastante variedad de opciones para escoger entre distintos platos entre primeros, segundos y postres, y todos tenían muy buena pinta, aunque escogimos el menú degustación para poder probar más cosas.
El menú degustación constaba de un aperitivo, dos medias raciones de entrantes, una media ración de pescado, una media ración de carne a elegir entre dos opciones, un sorbete de limón y cava y una media ración de postre a elegir entre dos opciones.
El menú no incluía el vino y el café.
Paso a contaros lo que comimos y lo que nos pareció:
En primer lugar nos sacaron un aperitivo que era una anchoa del Cantábrico sobre una salsa que no recuerdo exactamente de qué era y estaba riquísimo.
Como primer entrante comimos media ración de ensalada de langostinos con emulsión de aguacate y vinagreta de granada, un plato muy bueno, muy bien aliñado y del que destacaría la emulsión de aguacate, con un sabor muy rico y suave.
Como segundo entrante nos sacaron media ración de ravioli de chipirones en su tinta con crema de cebolla al aroma de Somontano, un plato que creo que fue el que más me gustó de todos, tenía un sabor extraordinario y una textura que se deshacía en la boca, estaba buenísimo.
De pescado comimos media ración de lomo de merluza en salsa verde con almejas, un plato de pescado tradicional, que estaba muy rico, con una merluza muy fresca y una salsa muy rica.
Como plato de carne teníamos dos opciones a elegir: media ración de paletilla de cordero asada a baja temperatura con crema de castañas, alioli de manzana y tubérculos crujientes, o media ración de pluma ibérica asada con peras al vino tinto y crema suave de patata.
Yo comí el cordero y debo decir que estaba riquísimo, así como la crema que lo acompañaba, la verdad que estaba muy bueno.
La pluma ibérica, de la que probé un trozo, comentaros que estaba muy bueno.
A continuación nos sacaron el sorbete de limón al cava ,que estaba muy rico y refrescante.
Después, siguiendo con los postres, teníamos para elegir entre medias raciones de milhojas de hojaldre caliente con crema de vainilla y confitura de melocotón o de bizcocho fluido de chocolate con crema de menta y helado de nata.
El postre que comí fue el milhojas con crema y estaba riquísimo, con una crema con un sabor muy suave y rico, un postre que me encantó.
También probé un trozo del bizcocho de chocolate y estaba muy rico.
En cuanto a la cantidad de comida, al ser un menú degustación fueron medias raciones, pero me pareció una buena cantidad, y fijándome también en las mesas de al lado, me parecieron que las raciones normales traían cantidad suficiente de comida.
La verdad que con el menú que comimos me quedé muy llena.
La comida estaba deliciosa, muy rica y muy bien elaborada, además de muy bien presentada.
Según nos indican en su página web, la carta "posee una base de cocina tradicional siempre acompañada de toques de innovación, adaptando los productos y sabores de "de toda la vida" a los nuevos tiempos."
PRECIOS:
El restaurante cuenta con un menú de entre semana que cuesta 28,50 € (10% IVA aparte) y con un menú degustación entre semana de 35 € (10% IVA no incluido).
El fin de semana el menú es de 38,50 € (10% IVA no incluido) y el menú degustación cuesta 42€ (10% IVA no incluido).
El menú degustación nos costó 46,20 € y el vino y el café cortado que nos tomamos nos lo cobraron fuera del menú.
No soy muy entendida en vinos, pero el que tomamos estaba riquísimo y la carta de vinos era amplia, ya que había mucha variedad para escoger entre blancos, rosados, tintos, cavas y champagne.
CONCLUSIONES:
Es un restaurante que nos gustó muchísimo, la comida estaba deliciosa, el lugar era muy bonito y había un ambiente tranquilo y acogedor.
No es un lugar al que acudir habitualmente, ya que no es barato, pero para darse un capricho no está nada mal.
Aunque no es barato, la comida y el lugar merecen la pena, la relación calidad-precio me pareció estupenda, así que el precio está bien pagado.
En definitiva, es un restaurante que recomiendo sin ninguna duda.