Cuando encuentras un buen mando a distancia no debes soltarlo. Uno de los mejores es el Philips 22AV1104A que no le dejo ni a mi santo. Lo tengo guardado bajo llave para uso propio.
Es un mando grande, de los de antes. No tiene nada que ver con los mandos a distancia modernos, mucho más pequeños y menos pesados. Mi marido dice que es un trasto, pero el trasto funciona mucho mejor que los mandos a distancia pequeñitos que tiene que estar siempre arreglando.
El mando a distancia Philips 22AV1104A funciona con dos pila alcalinas pequeñas que encuentras a vender en cualquier supermercado. No gasta muchas pilas. Le duran meses y meses. También será que al mío le duran porque lo estoy utilizando sólo yo en casa.
Os lo recomiendo. Es grande pero matón. El mando a distancia Philips 22AV1104A te vale para televisores Philips 22HFL4372D, 26HFL4372D, 32HFL4372D, 42HFL4372D.
No es muy manchadizo. Tiene un color gris topo tirando a clarito que no se ve nunca manchado. Eso no quiere decir que no lo debas limpiar. Yo lo limpio con una toallita húmeda. Soy muy maniática con la limpieza. Lo que más me gusta de este mando a distancia, además de su buen funcionamiento, es que no le quedan las huellas de los dedos marcadas.
El mando a distancia Philips 22AV1104A se lo llevé al hospital a mi prima cuando estuvo hospitalizada. Le valía para el televisor de la habitación. El que le habían dejado funcionaba peor que una escopeta de feria.
Lo volvería a comprar sin pensarlo dos veces. El mío ya tiene varios años. Mi marido dice que debería tirarlo. Él piensa mucho en tirar, pero yo no pienso tanto. Cuando una cosa funciona, hay que seguirla teniendo, sobre todo si el sustituto es peor. Este mando a distancia es enorme en su tamaño y se ve antiguo en el diseño. Es la única desventaja que le encuentro.