Lo que más me llamó la atención en Toro (Zamora) son los buenos vinos que venden en sus bares. Te puedes tomar una borrachera de vino de calidad, como decía mi chico, pero es mejor beber sólo lo justo, sobre todo si vas a conducir. El vino siempre se sube a la cabeza sea bueno o menos bueno.
Nosotros fuimos en coche. Es la mejor manera de llegar a esta ciudad castellana y disfrutarla sin prisas. Llegamos por la autovía A11, y atravesamos una zona de viviendas modernas. Por allí dejamos el coche. Fuimos andando hasta el Arco de Toro, también conocido como ‘Arco de Corredera’. Este arco lo conocía del logotipo de la Denominación de Origen Toro.
Cuando dejamos atrás este arco llegas a la parte más medieval o renacentista de la ciudad, donde hay edificios que han restaurado conservando bastante bien el estilo original.
Lo pasamos bien recorriendo este pueblo caminando y disfrutando de sus rincones variopintos y de su gastronomía. Es una ciudad perfecta para hacer una escapada romántica con tu chico lejos del mundanal ruido. Nosotros fuimos solos. El romanticismo con críos de por medio no es posible.
Os recomiendo visitar Toro. A mí me encantaron unas casonas medievales y renacentistas en estilo mudéjar,uno de los estilos más tradicionales de la antigua corona de Castilla. Mi chico se empeñaba en darme clases de arte, pero yo no estoy nunca para mucho arte. Para mi una casa es bonita o menos bonita y no me importa mucho ni el arquitecto ni el siglo en el que la hayan construido.
Nosotros no fuimos a ver iglesias. Preferimos ver castillos. Fuimos a ver dos. El primero fue el Castillo de Villalonso, uno de los mejor conservados de la zona de Toro. Mi chico entró por un hueco que había por debajo de la puerta. Yo me quedé fuera. No soy tan valiente. Me contenté con contemplar las almenas, que están en buen estado y mirar el foso.
Finalmente fuimos al Castillo de Tiedra, mucho más pequeño que el anterior y estaba en obras, pero nos dejaron entrar. Yo no subí. Había una torre a la que subías por unas escaleras de madera que me daban miedo.