Estuvimos en el Hotel Princesa Kristina, Covarrubias un par de días por la boda de unos amigos nuestros y quedamos bastante contentos con el trato recibido en este hotel decorado con el mismo estilo medieval que tiene Covarrubias en la mayor parte de sus calles. No es la decoración rústica mi decoración favorita, pero, cuando tienes todas las comodidades igual que en tu casa, no le das tanta importancia a una cama estilo casa de mi abuelita.
Nos dieron una de las mejores habitaciones, una habitación amplia, con suelos de tarima de madera, con techo alto y una zona de salita que nos vino muy bien porque no nos sobraba el espacio para cuatro personas. Había habitaciones peores. Las del último piso, por ejemplo, tenían el techo tan bajo que dabas con la cabeza casi en las tablas. Este hotel es muy rural, con muchos techos de madera.
El cuarto de baño, en cambio, estaba muy bien, pero estaría mejor si no le hubieran puesto unas paredes de mármol gris triste. Una de las paredes la tenía en piedra descubierta para que tuviera también su toque rural. La bañera era espectacular: grande y con patitas; de las que ves en las películas.
Desayunamos en el hotel a primera hora porque nos dijeron que antes de las nueve de la mañana había pan recién horneado y también porque necesitaba el tiempo para arreglarme para la boda de mi amiga. Las sesiones de peluquería para recogidos de pelo llevan su tiempo. Nos gustó mucho el pan. Mi chico ya no comió otra cosa. Yo me metí dos bollos tipo bollos de leche que me quitaron el hambre para el resto del día.
Os recomiendo el Hotel Princesa Kristina, Covarrubias, un hotel rural acogedor en el que te dan un trato familiar. Te sientes como en la casa de esa tía que recibe a los sobrinos con los brazos abiertos.