El horno Balay 3HB557XM me ha defraudado. Es un horno excelente cuando lo usas poco, como hace mi hermana. Si le das un funcionamiento a destajo, empieza a fallar. El mí lleva varias reparaciones. Menos mal que todavía me las está cubriendo la garantía. Cuando deje de estar en garantía, lo tiro sin pensarlo dos veces.
Yo lo compré porque me gustaba su diseño. No es que sea original, pero resulta mono al ser de acero inoxidable. Además tiene sus ventajas. Por ejemplo, la autolimpieza pirolítica: el horno se limpia con tan solo pulsar un botón, incluso con la bandeja en el interior. Yo suelo dejarle la bandeja algunas veces que tengo prisa. Mi chico la deja siempre porque lo suyo es practicar continuamente la ley del mínimo esfuerzo. Mejor queda si le quitas la bandeja, por supuesto.
La bandeja es muy fácil de quitar y meter gracias a los raíles confort en una altura. Esto también me parece una ventaja, Soy de las que me gusta colocar la bandeja sin esfuerzo. Mis fuerzas nunca fueron muy grandes, y menos para hacer labores domésticas.
Cuenta con Touch Control con mando central ocultable, tan fácil de usar como de limpiar, sobre todo si alguien lo hace por ti. Yo pongo muchas veces a mi marido a limpiar el horno a fondo. Es muy manitas cuando quiere.
Lo que hago siempre es programarlo cuando está en marcha. Mi marido con las recetas no se entiende mucho. El horno cuenta con un Reloj electrónico con programación de inicio y paro de cocción. Es como si tuviera vida propia y fuera responsable. Lástima que ese reloj se le haya estropeado ya cinco veces. Llegar a casa y tenerlo todo listo no es siempre posible con este horno que cuesta 350 euros.
No os lo recomiendo ni os lo dejo de recomendar. El de mi hermana salió perfecto. Yo no tuve tanta suerte. Lo compré porque tiene 8 funciones y me pareció más completo que otros hornos.