Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones: memorias
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Cleo5
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Acerca de:Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones [Inocencio Arias]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones es el libro de memorias que ha sacado un diplomático rarito y mediático. Me refiero a Inocencio F. Arias, el señor de la pajarita que sale siempre en los medios de comunicación diciendo chorradas. Él cree que es simpático. A mí me aburre.
Este hombre que se considera gracioso estuvo en muchos destinos de los cinco continentes. Bueno, en los cinco continentes no. Le quedó Oriente para estar en todo el mundo mundial.
Donde se lo pasó mejor, nos cuenta en este libro de memorias, fue en Bolivia. Era joven y estaba aprendiendo el oficio de la diplomacia. El país le pareció fascinante, nos cuenta, por el analfabetismo que había.
No sólo nos habla de sus peripecias como diplomático. También nos relata con todo tipo de detalles su vida personal. Nos dice que su madre le aconsejó en su día hacerse abogado y no periodista como quería él de jovencito. Le hizo caso. Estudió derecho y se metió a diplomático, una salida más para los alumnos de la carrera de Derecho aquellos años lejanos del franquismo.
Nuestro Inocencio no se quedó en diplomático. Era un hombre con inquietudes raras. Por eso acabó siendo presidente de una gala de Miss España. Este hombre intentaba hacerse la vida amena, igual que intenta hacer fácilmente leíble su libro de memorias.
No os lo recomiendo y menos os recomiendo comprarlo. Inocencio Arias es rico a más no poder. No necesita que lo hagas más millonario. Si te interesa su vida, puedes leer el libro gratis en cualquier stand de novedades de cualquier librería.
En algunas páginas dudé si todo lo que contaba este hombre era cierto. Todos conocemos sus devaneos con la política, el cine, el fútbol y sus encuentros con multitud de personajes conocidos, pero te lo pinta casi de color rosa. ¿Fue tan fácil todo? Igual sí porque nuestro Inocencio nació en una familia con posibles y los ricos siempre tienen abiertas las puertas de la gloria. Suerte la suya.
Este hombre que se considera gracioso estuvo en muchos destinos de los cinco continentes. Bueno, en los cinco continentes no. Le quedó Oriente para estar en todo el mundo mundial.
Donde se lo pasó mejor, nos cuenta en este libro de memorias, fue en Bolivia. Era joven y estaba aprendiendo el oficio de la diplomacia. El país le pareció fascinante, nos cuenta, por el analfabetismo que había.
No sólo nos habla de sus peripecias como diplomático. También nos relata con todo tipo de detalles su vida personal. Nos dice que su madre le aconsejó en su día hacerse abogado y no periodista como quería él de jovencito. Le hizo caso. Estudió derecho y se metió a diplomático, una salida más para los alumnos de la carrera de Derecho aquellos años lejanos del franquismo.
Nuestro Inocencio no se quedó en diplomático. Era un hombre con inquietudes raras. Por eso acabó siendo presidente de una gala de Miss España. Este hombre intentaba hacerse la vida amena, igual que intenta hacer fácilmente leíble su libro de memorias.
No os lo recomiendo y menos os recomiendo comprarlo. Inocencio Arias es rico a más no poder. No necesita que lo hagas más millonario. Si te interesa su vida, puedes leer el libro gratis en cualquier stand de novedades de cualquier librería.
En algunas páginas dudé si todo lo que contaba este hombre era cierto. Todos conocemos sus devaneos con la política, el cine, el fútbol y sus encuentros con multitud de personajes conocidos, pero te lo pinta casi de color rosa. ¿Fue tan fácil todo? Igual sí porque nuestro Inocencio nació en una familia con posibles y los ricos siempre tienen abiertas las puertas de la gloria. Suerte la suya.
Fecha:08:59:58 23/12/16
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Votos:no disponible.
Categorías:Ocio y cultura
Etiquetas:memoria, diplomáticos, ibros, diplomacia
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