Las novelas que ganan el Premio Planeta y que quedan a sus puertas no suelen ser buenas novelas. Tal es el caso de la finalista de dicho premio en 2016. Me refiero a El asesinato de Sócrates de Marcos Chicot, un economista y psicólogo metido a escritor ganador de premios.
Es una novela ambientada en la Grecia de Pericles. Una novela que nos muestra a mujeres que se ocupan de la casa y traen al mundo a guerreros. No eran ciudadanas las pobres sino una especie de fábricas de reproducir la especie humana. Entre estas mujeres destacan Casandra y Deyanira, dos mujeres fuertes, que no se resignan a su destino de parir y contentar al marido.
El autor nos recuerda que Atenas fue la primera democracia del mundo en un relato que te mete sueño desde la primera página. Marcos Chicote está muy verde como escritor. No engancha. Sus más de 700 páginas se me hicieron eternas. Lo terminé porque lo utilicé para conciliar el sueño. Para eso es buenísimo. Lees dos páginas y quedas frita.
Este libro podría resumirse mucho quitándole descripciones y capítulos que son absolutamente prescindibles. Me aburrió tanta meticulosidad en la narración de detalles que no vienen al caso. Sócrates no alcanza el protagonismo que debiera, a excepción de la última parte de la novela que tiene más presente al famoso filósofo, con su juicio y posterior muerte. Más que del asesinato de Sócrates te habla de infinidad de personajes de su época.
No os recomiendo esta novela. Si la quieres leer, leela gratis en alguna biblioteca pública. Seguro que necesitas varios préstamos, pero son preferibles a tirar con 21,90 euros. Te lo cobran carísimo en papel.
Yo no pienso volver a leer este libro. Me aburrió a más no poder. Tampoco me parece muy atractiva la época de filósofos griegos en que está ambientada la novela. Los filósofos fueron siempre aburridos. Sólo piensan en la fatalidad.