Buffy Cazavampiros es una serie que se emitió en televisión desde 1997 a 2003. Tiene 7 temporadas y evolucionó mucho. Al principio era una serie para adolescentes pero sus tramas se fueron complicando hacia un público más adulto. Hay que tener en cuenta que quienes empezamos a verlo también íbamos cumpliendo años, pasamos del colegio al instituto y a la universidad, al igual que los protagonistas de la serie.
Buffy fue una de las primeras series en mostrarnos el mundo de los vampiros, demonios y demás monstruos en general. Además daba una vuelta de tuerca al héroe porque lo cambiaba por una heroína, la “elegida”, una chica joven, un poco frívola que tiene que abandonar su vida en Los Angeles para vivir en Sunnydale, un pueblo en el que la vida sobrenatural parece concentrarse.
Allí será instruida por Giles, el bibliotecario de su instituto y se formará una pandilla que la ayudará en su lucha.
Buffy se ha convertido en una serie de culto. Quizá a los que nos gusta y estuvimos enganchados al Buffyverso somos un poco frikis, pero la serie ha sido incluida entre las 100 mejores series de la historia por la revista Time, y uno de sus episodios está entre los 25 mejores episodios de series.
Dejando aparte todos los premios no recibidos, las nominaciones no premiadas y lo cutre que hoy en día pueden parecer sus efectos especiales y la caracterización de los monstruos, en concreto los vampiros, la serie merece la pena.
Hay temporadas más flojas. Por ejemplo, la primera empieza un poco titubeante porque si te la planteas como una serie de terror deja mucho que desear. Yo mas bien la definiría como una comedia con tintes sobrenaturales. Además te enseña muchos valores como la constancia, la amistad y la diferencia entre el bien y el mal.
En las 7 temporadas se mantienen muchos de los personajes. Eso me gusta mucho en las series, no me gusta que me cambien a los protagonistas pues los cojo cariño. Es cierto que algunos abandonan la serie, pero siguen presentes en la trama pues se les nombra o incluso tienen alguna aparición episódica.
Si superáis la primera temporada os encantará el resto. Paciencia con la cuarta, se hace larga, para mi es la peor junto con la última. La séptima temporada pierde mucha comedia. Los personajes están más atormentados, ya no hay chistes ni chascarrillos. Todo es sufrir y sufrir y yo veo la televisión para que me divierta. Por suerte terminó antes de estropear por completo el buen recuerdo que tengo de la serie. Una pena el final, no os cuento nada, pero es lo de siempre. Estás viendo una serie con mucha ilusión y el final siempre te decepciona. No se como se lo montan los guionistas.
Aun así es una serie que recomiendo al 100%. Bien hecha (para su tiempo), curiosa y divertida.