¡¡Buenas a todos!!
En nuestras vacaciones a nuestro país vecino Portugal, aunque estábamos alojados en una localidad cercana que se llama Costa da Caparica, muchos fueron los días que dedicamos a conocer mejor Lisboa.
Entre muchos atractivos turísticos que pudimos visitar, éste fue como no, uno de ellos. Por su fama, por ser conocido y por lo que representa para Lisboa, no nos lo podíamos perder. En esta ocasión me gustaría hablaros del Elevador de Santa Justa.
CARACTERÍSTICAS
El Elevador de Santa Justa se trata de un ascensor que une los barrios de la Baixa Pombalina y el Chiado. Está situado en la misma calle que da nombre al elevador, Santa Justa y está elaborado totalmente de hierro.
Su construcción empezó en el año 1900 y terminó dos años más tardes. Fue diseñado por Raoul Mesnier de Ponsard y por aquel entonces funcionaba a vapor pero luego se cambió a motor.
Su altura es de 45 metros y tiene un estilo neogótico.
Dispone de dos ascensores revestidos de madera donde en su interior tienen cabida para 24 personas.
El elevador no termina justo arriba del todo, la parte superior del Elevador de Santa Justa se trata de un mirador desde el que se puede divisar el Castillo de San Jorge, la Plaza del Rossio y otros atractivos turísticos de Lisboa.
SU PRECIO
Este aspecto lo teníamos un poco confundido cuando visitamos el Elevador de Santa Justa. Menos mal que luego la chica que estaba allí dirigiendo la afluencia de los visitantes nos lo aclaró.
El elevador de Santa Justa en sí, no tiene un coste establecido por visitante. Nosotros sacamos una tarjeta en el metro a modo de viajes como si fuera un bonobús y esta misma tarjeta la pasas por una máquina que hay dentro del ascensor y te contabiliza el viaje, el viaje de subida que hicimos ese día y que comunica ambos barrios.
Luego ya una vez arriba, si quieres tener acceso al mirador por las escaleras de caracol, allí ya hay otra chica que sí te cobra el ticket y tiene un precio de 1,5 euros por adulto.
MI EXPERIENCIA PERSONAL
Pues hace ya un par de años que visitamos la ciudad de Lisboa. Un día de los muchos que fuimos callejeando por sus calles y tras mirar a nuestra izquierda pudimos comprobar con nuestros propios ojos que allí estaba el ascensor más famoso de todo Lisboa, el Elevador de Santa Justa.
Se encuentra situado en una calle normal y corriente de Lisboa justo al lado de una relojería o joyería. Allí en esa misma acera había una larga cola para poder ver o subirse en el Elevador de Santa Justa.
Nos pusimos a la cola y la verdad que aquello iba muy lento. Daros cuenta que solamente caben en los ascensores 24 personas y no es que suban muy rápido.
Cuando llegó nuestro turno, pudimos comprobar de cerca lo antiguos que son estos ascensores que no tienen una puerta como estamos habituados a ver, sino unas rejas que son las que cierran los ascensores.
Dentro, como os he comentado en el apartado de precio, el ascensor no tiene un coste como turista, sino más bien tienes que pasar la misma tarjeta que utilizas para el metro o el autobús como un viaje más, un viaje de subida al barrio de arriba.
Es una forma cómoda de unir dos barrios que están a distinto nivel y no tener que subir tantas escaleras. Por dentro la verdad que destaca lo antiguo que es y es de madera oscura. Para poder accionarlo y que suba o baje tiene una palanca como la de los barcos.
Una vez arriba del todo ya sales al otro barrio y justo ahí tienes el Convento do Carmo que pertenece al Barrio Alto. Decidimos subir arriba al mirador del elevador y aquí es donde tuvimos que pagar 1,50 euros por adulto. Para poder subir hay unas escaleras muy estrechas de hierro en forma de caracol.
Arriba la explanada del mirador no es muy grande pero sí tiene mucho ángulo para ver gran parte de Lisboa. Aquí está parte de lo mejor de este elevador. No os podéis imaginar qué vistas más bonitas e impresionantes desde aquí arriba.
CONCLUSIÓN
La verdad que me gustó mucho visitar este elevador tanto por dentro como el mirador superior. Se lo recomiendo a todo aquel que visite la ciudad ya que además es un icono para Lisboa. Lo malo de todo ésto, la cola que hay que esperar, pero es que somos muchos los que queremos ver cosas.
Un saludo a todos