¡¡Buenas a todos!!
En esta ocasión vengo con ganas de hablaros de un juego de cartas al que he jugado en muchas ocasiones, sobre todo en esas tardes de verano en la piscina. No recuerdo haber jugado a este juego en el pueblo, pero sí en muchas ocasiones cuando íbamos a la piscina.
Me gustaría hablaros del juego de cartas El presidente.
CARACTERÍSTICAS
El Presidente es juego de cartas donde el objetivo principal es ser presidente, señal que has ganado la partida anterior. Se puede jugar con una baraja española o francesa aunque nosotros siempre empleábamos la española.
En general, se juega con 40 cartas, aunque en caso de haber muchos jugadores se puede añadir una baraja más.
Las reglas del juego son las siguientes. Se reparten todas las cartas entre los jugadores y se asigna en ese caso que empieza el que reparte. Cada carta tiene un valor siendo éstas de menor a mayor valor.
En mi caso el que tenía menor valor era el 3, luego el 4, luego el 5 así sucesivamente hasta llegar al rey, el as y los doses eran los que más valor tenían. El objetivo principal era deshacerse de todas tus cartas antes que los oponentes. ¿Pero cómo?
Pues bien, el que empezaba tenía varias opciones:
- Podía echar por ejemplo un 4. Le tocaba el turno al siguiente que tenía que igualar ese 4 o echar una carta de valor superior.
- Podías echar una pareja de 5. El siguiente deberá igualar la apuesta o superarla siempre que quiera.
- Podías echar un trío de 3. El siguiente no podía igualarla porque en la baraja solo queda un 3 por ahí suelto, entonces en este caso siempre habría que superarlo echando otras 3 cartas de otro valor.
- Podías echar las cuatro cartas de, un 6 por ejemplo. Los siguientes jugadores deberán superar ese valor del 6 echando siempre cuatro cartas de otro valor que tengan.
Así sucesivamente hasta llegar al tope, y si nadie podía o no quería echar, se descartaba ese montón e iniciaba una nueva jugada el jugador que hubiera echado en el montón central la carta más alta.
Tenías la opción de pasar aunque tuvieras cartas de mayor valor, siempre pensando en una estrategia para un futuro.
El que conseguía deshacerse de todas sus cartas el primero, obtenía el título de Presidente para la siguiente partida. El segundo en terminar se le nombraba vicepresidente y el penúltimo en terminar era el viceculo y el perdedor era el culo. Siempre pensando estos nombres para la siguiente partida.
¿Y QUÉ PASABA EN LA SIGUIENTE PARTIDA?
Una vez repartidas las cartas, el presidente, ganador de la partida anterior recibía las dos mejores cartas que le habían tocado al culo, y el culo recibía las dos peores del presidente.
Al vicepresidente, por el contrario, le llegaba tan solo la mejor carta que le había tocado al viceculo y el viceculo recibía la peor del vicepresidente.
Una vez repartidas las cartas, la partida comenzaba con las mismas reglas y normas de todas las veces. Para dar ventaja en este caso al perdedor, el culo, éste siempre empezaba las partidas.
MI EXPERIENCIA PERSONAL
Cuando he leído el nombre del juego de cartas a la cabeza no he podido evitar trasladarme al pasado y recordar todas aquellas tardes de piscina donde colocábamos una hamaca en medio a modo de mesa, y nos pasábamos la tarde riéndonos de quien era el culo y con envidia de no ser presidente.
Este juego lo catalogo de muy divertido aunque hay que saber perder a veces porque como en la primera partida perdieras y fueras el culo era dificilísimo quitarse ese título de encima durante muchas partidas.
Si por el contrario eras el presidente, el juego era pan comido porque tenías una cartas normalmente altísimas que nadie podía superar. Había veces que el presidente descartaba todas sus cartas en la segunda ronda, después de haber empezado el culo en la primera, por lo que obtenía de nuevo el título de Presidente.
Si por el contrario eras el culo, normalmente tenías las peores cartas. A no ser que en el reparto te hubieran tocado bastante buenas y al darle dos al Presidente, te hubieras quedado más o menos bien, era difícil salir del agujero. También podía ocurrir que al darte las peores y tener ya de por sí malas cartas, te lleguen los cuatro treses o tengas un trío de 4 y que al empezar, nadie pueda igualar esa cantidad por lo que ya te desprendes de bastantes cartas y tienes alguna opción de dejar de ser culo.
Lo mejor en este caso es jugar cuantos más jugadores mejor ya que así, en el caso de haber más de 5 personas jugando, esos jugadores no obtienen títulos y se quedan con las cartas que les toca desde el principio, pudiendo cambiar los roles de las personas en función del azar al repartir.
CONCLUSIÓN
Un bonito recuerdo me ha pasado por el cuerpo cuando he escrito esta opinión. Es un juego que volvería a jugar otra vez ahora si la gente se anima. Es por ello que os recomiendo que juguéis. Las normas o reglas son bien sencillas.
Un saludo a todos.