Mi chico es cliente desde hace años de Carlos Conde Peluqueros, una franquicia de peluquería y barbería masculina que encuentras hasta en La India. Me contó mi amorcito que sus peluqueros están abriendo establecimientos en La India, según le contaron. No me extrañaría que tuvieran éxito. Son muy profesionales.
En esta barbería atienden rápido, bien y los precios son muy competitivos. Mi padre gasta mucho más en una barbería de toda la vida del barrio. Siempre le decimos que tiene que ir a Carlos Conde Peluqueros.
Lo que más valora mi chico es la limpieza que hay en estas barberías. El local está impoluto, los útiles de afeitado y los peines están limpios. No puedes decir lo mismo de otras barberías masculinas más tradicionales. También valora mucho mi amor los servicios de asesoramiento de los profesionales de estas barberías franquiciadas. Yo no los valoro tanto. Muchas de las recomendaciones que le hacen a mi chico no me convencen nada. Por ejemplo, cuando lo convencieron de dejarse barba, debieron tener en cuenta mi opinión contraria. Casi nos costó el matrimonio su consejo de la barba. Yo me negué a ser la esposa de un hombre barbudo y mi marido tuvo que cortarse aquella barba.
Pese a todo, os recomiendo Carlos Conde Peluqueros, una barbería y peluquería masculina que ha actualizado los locales clásicos y aburridos que había en nuestros pueblos y ciudades. Sus peluquerías nada tienen que envidiar a las peluquerías femeninas.
Con esto no quiero decir que no sean unos locales masculinos.Lo son. Tienen una decoración en blanco y negro que le da un toque chic y un toque muy viril. Los hombres no se sienten incómodos, como decía mi chico que se sentía cuando iba a peluquerías unisex. Eso fue antes de conocer las franquicias de Carlos Conde Peluqueros.
También os recomiendo estas franquicias para emprender. Es un negocio que funciona. Todos los hombres tienen que cortarse el pelo y afeitarse. No te faltarán los clientes. Además, hay zonas de ciudades y pueblos donde no es fácil encontrar una barbería. Es lo que dice mi padre.