No sé por qué asociamos las vacaciones de invierno con nieve. Yo me hubiera buscado un destino de sol y playa para los días de la semana blanca, pero mi marido ganó con los decisivos votos de nuestras dos princesitas y nos fuimos a un resort en la Italia nevada. Se trata del Lefay Dolomiti en Pinzolo.
Está justo al lado de la área de esquí más grande del Trentino, la Madonna di Campiglio y tiene buena calefacción. Yo temí pasar frío cuando vi aquel edificio con inmensos ventanales. Casi le pido el divorcio a mi marido allí mismo.
Afortunadamente, tienen el alojamiento bien acondicionado, sin renunciar a los materiales naturales. Apuestan por la sostenibilidad. Nos explicaron que utilizan energía renovable cuando le pregunté si había calefacción allí dentro.
Nuestra habitación era grande, pero no era muy luminosa pese al gran ventanal. La arboleda de la finca le restaba luz. Pero fue mejor así porque estuvimos como más relajados. Era un ambiente de dormir, ver la televisión, conectarte algo a internet y soñar. Hasta mis hijas estuvieron tranquilas.
Mi marido anduvo más movido porque fue a esquiar. Un día se apuntó nuestra princesita grande al plan en la nieve. El segundo día fue solo. No hay quien lo siga con los esquíes por las pistas nevadas. Te agobia.
Yo fui a probar el circuito termal del resort. Las piscinas climatizadas estaban muy bien para relajarte. Pero más me relaje aún en e lago salino. Parecía un mar en pequeñito.
Un día entero me lo pasé en las saunas. Las tienen de varios tipos. La sauna aromática fue mi perdición. No podía salir de aquel placer para mis sentidos. Una señora protestaba porque no había sitio para todos. Le dije que fuera ella a la sauna finlandesa. A mí de la sauna aromática no me sacaban ni los carabinieri.
Como puedes imaginar, tanto lujo te sale caro. Pero no importa. Lo importante es ser feliz. Además, el que pagaba era mi marido. Fue quien menos disfrutó el hotelito. Quitando su paso por el ice pool, pasó del circuito del agua y regresó a las pistas nevadas de la Madonna di Campiglio.
Lo mejor de este resorte es que no engordas. Están especializados en la cocina bio de todo sano y nada engorda. Era una comida muy healthy. Nosotros comimos todos los días en el restaurante Dolomia. Me gustaban más sus vistas que su comida. Sentada al lado de uno de sus ventanales más grandes, comía y disfrutaba de las vistas a las montañas circundantes.
Os recomiendo el resort Lefay Dolomiti en Pinzolo, Italia. Es un edificio con una arquitectura que se integra a la perfección en la naturaleza salvaje que lo rodea. Pura tranquilidad.