Los individuos que, como yo mismo, poseen conocimientos informáticos y ofimáticos algo limitadillos suelen mantener ante los programas antivirus una actitud parecida a la que manifiestan los católicos convencidos delante de un crucifijo. Tienen claro que jamás podrán aprehender el modo profundo en que funciona el mundo, pero esperan, de todo corazón, que la inquebrantable confianza en su fetiche baste para impedir que les suceda algo demasiado malo.
Mi anterior amuleto de la suerte llevaba por nombre Eset Nod32 Antivirus 4. Sin embargo, a pesar de que creí; de que creí con todas mis fuerzas, finalmente el mal se coló de nuevo en mi alm…¡ejem! En mi ordenador personal, quiero decir.
Después de un exorcismo de urgencia (lo bueno de esto es que estoy adquiriendo bastante pericia en la rutina del formateo), decidí hacer caso al insistente consejo de mi novia e instalé un nuevo antivirus. El famosísimo Avast! en su versión 6.0.
¿Cómo? ¿Que por qué es tan famoso? Pues por una razón bien sencilla. Porque la compañía checa que ha creado y distribuye este programa ofrece, desde su web oficial (http://www.avast.com), una versión gratuita del producto para usuarios particulares. No se trata de una versión de prueba (de esas que duran treinta días) ni nada parecido, sino de un antivirus la mar de apañado a un precio de cero euros al año durante todos los años que decidáis mantenerlo instalado.
Claro que, como esta pobre gente también tiene que comer, desde la web ofrecen, aparte del Free Antivirus, otros dos tipos de antivirus para uso doméstico. El Pro Antivirus, que incluye un espacio virtual (llamado SafeZone) desde el que se pueden ejecutar con toda seguridad transacciones bancarias y realizar otros manejos de información sensible; y el Internet Security, que aporta, además de la SafeZone, un cortafuegos y un filtro anti-spam. Si queréis el Pro o el Internet Security, tendréis que rascaros el bolsillo.
Yo, por mi parte, instalé el Free Antivirus hace varios meses y tengo que decir que, hasta ahora, funciona de maravilla. El programa requiere unos 150 Mb de espacio en el disco duro y, como sucede con todas las buenas piezas de software, ni siquiera notaréis que está ahí. Vuestra CPU no se ralentizará ni cuando el programa esté actualizando su base de datos de virus ni cuando se sitúe en el área de notificación del escritorio de Windows, al arrancar el ordenador. Y cuando estemos efectuando algún análisis, nuestro sistema solamente perderá un poquito de agilidad. Alucinante.
Su velocidad de análisis también me parece remarcable. Efectuar un escaneo rápido del ordenador requiere, en mi caso (AMD Sempron 3000+ con 1,81 Ghz y 512 Mb de Ram; disco duro de 150 Gb, de los cuales 50 están en una partición), algo más de un cuarto de hora, mientras que un análisis completo lleva unos 55 minutos.
Además de estos dos tipos de análisis, el programa también da la opción de analizar todas las unidades extraíbles que estén conectadas al equipo y, en el caso de que tengáis una idea de por dónde pueden andar vuestras zonas infectadas, un análisis de carpetas concretas.
La ventana principal del Avast! (que convocaréis mediante una pulsación del botón derecho del ratón sobre el icono del programa, situado a la izquierda del reloj de Windows y marcando la opción “abrir interfaz de usuario”), no tiene mayor misterio. A través de ella podréis manejar todas las características que este antivirus pone a vuestro alcance.
A la izquierda de dicha ventana veréis cinco botones con los nombres “general”, “analizar el equipo”, “escudos en tiempo real”, “protección adicional” y “mantenimiento”.
El primero de ellos sirve para verificar que los componentes necesarios para que nuestro sistema esté seguro están debidamente activados. A saber, los escudos y las actualizaciones automáticas de la base de datos de virus. También se nos mostrará la versión del programa que tengamos instalada, así como su fecha de caducidad. Esto de la fecha es importante ya que, aunque antes he dicho que el programa es gratuito, la licencia que obtenemos al descargarlo es de un año. Transcurrido ese tiempo, hemos de borrar nuestra copia, meternos a la web de Avast! y descargar el programa gratuitamente otra vez (con otra licencia para un año). Quizá sea algo engorroso, pero no cabe duda de que es barato.
Este primer botón también sirve para activar o desactivar el sistema de alertas sonoras del antivirus. Y es que la segunda característica más saliente del programa (aparte de su precio) es el hecho de que nos informará de amenazas, actualizaciones y estado de análisis por voz, además de por pop-ups. Si veis que esto de que un antivirus hable os toca demasiado las narices, podéis desactivar las alertas, mientras que si os gusta, podéis incluso probar, desde la web oficial, a descargaros archivos de audio en otros idiomas para darle un toque más exótico a vuestro ordenador.
Por último, a través de este primer botón, podréis consultar las estadísticas que reflejan el número de archivos analizados durante el último día, semana, mes o año. No es que esta función me parezca de gran utilidad, pero contribuye a forjar una imagen de eficiencia impecable.
El segundo botón, “analizar el equipo”, permite efectuar los cuatro tipos de análisis que explicaba unos párrafos atrás (si los tiempos que ofrecía antes os parecieron excesivos, siempre tenéis la opción de pausar el análisis para retomarlo más adelante), consultar los informes de los análisis que hayáis realizado y programar el antivirus para que analice vuestro sistema antes de que Windows arranque (la próxima vez que encendáis el ordenador). Esta característica me parece muy interesante, ya que existen programas maliciosos la mar de recalcitrantes, en el sentido de que, aunque sean borrados, se copian a los archivos de arranque del sistema y se activan de nuevo la próxima vez que conectemos nuestro PC. El análisis durante el arranque de Avast! parece un excelente modo de cortar estos programas de raíz.
Además, mediante un simple click del ratón, podréis seleccionar el nivel de sensibilidad en las rutinas de búsqueda de archivos sospechosos, desde el nivel desactivado, hasta el nivel alto. Muy intuitivo, como veis.
El tercer botón, “escudos en tiempo real”, permite configurar los parámetros de actuación de cada uno de los ocho escudos que incluye Avast!, así como desactivarlos temporalmente, si os resulta necesario y consultar los informes de amenazas detectados por cada uno.
El primer escudo es el del sistema de archivos. Analiza constantemente los archivos y programas que tengamos almacenados. Mediante las opciones avanzadas de este escudo podéis establecer, entre otras cosas, qué tipo de archivos deberían ser analizados por el antivirus al ejecutarlos, cuáles deberían ser analizados al abrirlos, al crearlos o al modificarlos. También se permite modificar los tipos de archivos que no serán analizados (las exclusiones) y activar o desactivar la opción de analizar los dispositivos extraíbles nada más conectarlos.
Como podéis observar, este antivirus no sólo brinda una protección muy completa sino que ofrece la opción de adecuar el perfil de protección a cada usuario.
El segundo escudo es el del correo electrónico. Según prometen los desarrolladores, es capaz de analizar los mensajes antes de que lleguen a nuestro equipo.
Este escudo analiza los mensajes entrantes y salientes, es capaz de colocar un aviso en el asunto de los correos que parezcan infectados o sospechosos y permite configurar las acciones a realizar cuando se detecte un virus, un programa potencialmente no deseado o un archivo sospechoso (moverlo al baúl de virus, eliminarlo, preguntar, etcétera).
El tercer escudo es el de web y su función consiste en analizar los sitios web a los que pretendemos acceder para comprobar su peligrosidad. Como en el caso anterior, permite al usuario decidir qué hacer ante un sitio sospechoso (abortar conexión o preguntar si se quiere acceder de todos modos) y añadir una lista de exclusiones, en caso de que sepamos a ciencia cierta que una página web es segura y el programa se empeñe en detectarla como nociva.
Los dos siguientes escudos (de P2P y de mensajería instantánea) poseen un funcionamiento similar: analizan las descargas y aplicaciones de este tipo de programas para detectar las amenazas que nos puedan llegar. Este antivirus posee una base de datos de programas para acceder a las redes P2P y de programas de mensajería instantánea realmente amplia (más de veinte programas en cada uno de los dos escudos), entre los que se encuentran, como debe ser, los más populares. Esto es, Kazaa, Bit Torrent, Ares, Emule y Azureus, en el caso del P2P y Windows Messenger, Yahoo Messenger, Skype y Google Talk, en el caso de los programas de mensajería instantánea. Un lujo.
Los tres últimos escudos complementan a la perfección la protección brindada por los demás. El escudo de red monitoriza toda la actividad de nuestra red en busca de cualquier intento de infección; el escudo de scripts analiza los scripts que el sistema ejecute tanto a nivel local como en remoto, permitiendo añadir una lista de exclusiones; mientras que el escudo de comportamiento analiza las acciones que lleva a cabo el sistema en busca de algún tipo de actividad por parte de los posibles programas maliciosos que se oculten en nuestro ordenador.
El cuarto botón de la barra de estado, “protección adicional”, permite configurar tres herramientas extra que nos ofrecerán la seguridad de que nuestro sistema está bien protegido.
La primera de ellas es el espacio Sandbox, un recinto de seguridad en el que se pueden ejecutar programas sospechosos para verificar su naturaleza, sin que nuestro sistema sufra daño aparente. Podéis elegir entre dos opciones: que el antivirus os pregunte si queréis ejecutar un programa determinado en el Sandbox o que lo ejecute de forma automática. En lo particular, prefiero que me pregunte, por si acaso se está produciendo algún falso positivo con un programa de confianza, pero allá cada uno.
La segunda de ellas es el WebRep. Mediante la instalación de un plug-in para el navegador que estemos utilizando (la versión 6 de Avast! soporta Internet Explorer, Mozilla Firefox y Google Chrome), el antivirus puede mostrarnos el nivel de reputación de los sitios web que visitemos o, incluso, de todos los que integran la lista que aparece cuando introducimos un término en nuestro buscador.
La última herramienta de protección adicional es el Bloqueo URL. Simplemente se trata de un espacio donde podemos añadir los sitios web que nos resultaron nocivos en el pasado (o que hayamos oído que tienen mala fama) para que el programa nos niegue el acceso a ellos.
El último botón de la barra de estado, “mantenimiento”, sirve para consultar el tiempo que falta hasta que expire nuestra licencia, para saber qué versión del programa tenemos instalada, para forzar (en cualquier momento) la actualización de la base de datos de virus o del antivirus en sí y para hacerse una idea, de un simple vistazo, de la cantidad de programas que tenemos almacenados en nuestro baúl de virus (un espacio de cuarentena al que podemos mover los programas sospechosos o infectados), así como de su ubicación original, del tipo de virus detectado en cada uno de ellos, etcétera.
Como en otros antivirus del mercado, este espacio de cuarentena actúa como una red de seguridad adicional con vistas a evitar la eliminación de programas detectados como falsos positivos. Y es que el Avast!, como cualquier antivirus, también tiene estas cositas.
El último elemento destacado de la ventana del programa, lo encontramos en la parte superior derecha, bajo el epígrafe “opciones”. Desde aquí, podremos decidir si deseamos actualizaciones manuales o automáticas para nuestra base de datos de virus o nuestro programa, podremos fijar el intervalo de búsqueda de actualizaciones automáticas, elegir la duración de los pop-ups de aviso, crear una contraseña para el antivirus, eliminar elementos de nuestra barra de estado (esos cinco botones que acabo de mencionar), cambiar el idioma del programa y otras chorraditas así. Como opción importante, resaltar que, desde este menú, podremos ampliar o reducir el espacio destinado a nuestro baúl de virus. Tampoco es que sea muy útil tener un espacio inmenso en nuestro sistema lleno de archivos sospechosos o infectados, ¿verdad?
En resumidas cuentas, la versión gratuita para uso doméstico del antivirus Avast! me parece una herramienta de protección completísima, muy sencilla e intuitiva de manejar gracias a la barra de estado de la ventana principal, con un menú de opciones lo bastante amplio como para permitir adecuar la configuración del programa al nivel de conocimientos informáticos de cada usuario y con una velocidad de escaneo muy buena.
La posibilidad de poder analizar nuestro ordenador incluso antes de que cargue el sistema operativo me parece extremadamente interesante y, en términos de consumo de recursos del sistema, cumple con lo que cualquier usuario normalito le pide a un programa antivirus de calidad: que vele por nosotros sin que advirtamos su presencia en absoluto.
De los antivirus que, por desgracia, he tenido que probar hasta ahora, os desaconsejo con todas mis fuerzas el Panda Internet Security; el Eset Nod32 me parece también muy bueno, apenas consume recursos, no exige casi nada de espacio en el disco duro (menos de 40 Mb), ofrece varios módulos de protección del correo electrónico y de páginas web…pero no incluye la opción de analizar el ordenador antes de que cargue el sistema operativo y, en fin, no fue capaz de detectar el virus que me llevó a un segundo formateo.
Así que, de momento, me quedo con Avast! Por ahora no le veo puntos flacos. En el tiempo que este software lleva conmigo, no he cogido ningún otro bicho. Toco madera. Amén.