El cubo de rubik es un juego que puede mantenerte entretenido durante un buen rato o simplemente desesperarte en minutos.
La idea es sencilla. Se trata de un cubo de 6 caras (es decir, un cubo normal y corriente). Cada cara es de un color y está dividido en nueve cuadritos que se mueven. Hay que ir girando los pequeños cuadritos para conseguir que las 6 caras tengan cuadritos de un único color. La verdad es que la explicación ha sido un poco liosa, pero como creo que es un juguete que todos hemos tenido, es muy sencillo de explicar.
Cuando era pequeña tuve uno. Pasaba las horas muertas con el, girándolo, moviéndolo, volviendome loca intentando que todas las caras encajaran. Creo que conseguí hacer como mucho 3, pero mi madre estaba encantada. Tenia a la niña entretenida y si moverse durante un buen rato.
Sólo conseguí hacerlo a base de trampas. Al final despegaba las pegatinas para conseguir que los 9 cuadritos del mismo color estuvieran en la misma cara.
Con el tiempo perdí el cubo. Supongo que en alguna mudanza, así que hace un par de años me entró la nostalgia y me lo pedí para reyes. Lo bueno es que ahora están las intrucciones para hacer el cubo en internet. Lo malo es que he sido incapaz de entenderlas bien, con lo que me siento mas tonta que antes. Que antes era una niña y encima no tenía instrucciones, pero que excusa tengo ahora? Además, ahora ya no tengo paciencia. En dos minutos me desespero y lo dejo. La verdad es que es el regalito ha sido caro. Casi 12 euros para tenerlo muerto de risa en el cajón. Además hay que tener en cuenta que en cadena 100 los hay por poco mas de 2 euros y sirve para lo mismo.
Eso si, este cubo de marca es súper resistente. Creo que lo heredarán mis hijos. Eso si no hago demasiadas mudanzas, jaja.