Después del éxito de Planta 4ª, Antonio Mercero regresa al cine, esta vez con una cinta sobre un tema tan delicado como el del Alzheimer.
Los Rivero, una familia acomodada, quieren irse de vacaciones a San Sebastián como todos los años. Deciden entonces dejar al abuelo en una residencia durante el verano. Ana, la hija de la familia, que está preparando oposiciones a notarías, se queda también en Madrid para estudiar y porque no quiere alejarse de su abuelo, que presenta algunas pérdidas de memoria que parecen propias de su avanzada edad.
Ya en la residencia, al abuelo se le diagnostica el mal de Alzheimer...
El protagonista de la película es el abuelo Ricardo interpretado por Manuel Alexandre que está imponente en su papel.
José Luis López Vázquez interpreta a Andrés, otro interno de la residencia que también una demencia. La interpretación de Vázquez también es magnífica pero su papel no está a la altura. Da pena ver a un mito como él en un papel tan lamentable como alguno de los que interpretaba 40 años atrás. A pesar de ello, juntos componen un par de escenas memorables.
El hijo del protagonista es Álvaro de Luna que interpreta a Luis Rivero y que carece de credibilidad en su papel.
La nieta opositora, Ana, es interpretada por Cristina Brondo, cuya actuación logra conmover por su sinceridad en determinados momentos, pero se ve muy forzada en otros por el "buenismo" del que peca su personaje.
Hay otros personajes secundarios de supuesta importancia, como el doctor (Monti Castiñeira), cuyo papel no es prescindible pero casi, o una inefable cuidadora/auxiliar/enfermera interpretada por Amparo Moreno, que pretende ser el contrapunto amable de la historia.
Secundarios son los dos hijos varones del matrimonio, unos cachas sin cerebro cuya interpretación y papeles no merecen ni una reseña.
Mi crítica:
Hay varias razones por las que no me ha gustado esta película:
-La historia es absolutamente previsible, desde el título del filme hasta el último plano. No hay una sola sorpresa en el guión, que se desarrolla a base de topicazos sobre la enfermedad de Alzheimer.
-La mirada del director es demasiado "amable" y por ello, no profundiza en la enfermedad. Se queda en un telefilme ñoño y empalagoso en el que las residencias de ancianos son lugares inhóspitos donde los ancianos desmemoriados campan a sus anchas y se pierden.
-Hay muchos personajes secundarios prescindibles. Desarrollar mínimamente sus historias no permite avanzar en aspectos realmente importantes de la trama.
-La historia de amor entre el médico de la residencia y Ana, la nieta, sobra.
-El papel de la cuidadora/auxiliar/enfermera es el de una graciosa sin gracia. Por cierto, ¿Es que no hay turnos en esa residencia o el médico y la enfermera viven allí?
-Por momentos el papel de López Vázquez resulta patético, con escenas ridículas, como la del "pedo luminoso".
-En el análisis simplista que Mercero hace de la enfermedad parece que ésta se desarrolle rápidamente en unos pocos días, en los que el abuelo pasa de estar más o menos bien a perder completamente la memoria.
-La película no logra conmover ni en las escenas supuestamente más impactantes, porque, entre otras cosas, la puesta en escena carece de dramatismo.
-Los únicos aspectos positivos de la película son el intento por parte del director de dar a conocer la problemática que encierra esta enfermedad y las interpretaciones de esos dos auténticos monstruos del cine que son Alexandre y López Vazquez.
-Fantásticos también, la BSO de Diego "El cigala" y la bella cabecera de animación en los títulos de crédito iniciales..
Definitivamente, una película con intención de emocionar pero con un argumento demasiado superficial y una moraleja obvia y prescindible, que gustará sólo a espectadores poco exigentes o poco conocedores de la enfermedad.