No me ha parecido nada original la última novela de la periodista Julia Navarro. Es una novela más sobre la Guerra Civil que la autora ameniza con un culebrón familiar centrado en una bisabuela de la que nadie quiere oír hablar en la familia.
Es Guillermo quien va escribiendo la biografía de Amelia Garayoa, aprovechando que no anda sobrado de trabajo como periodista. Como era previsible, se engancha a la vida de esta mujer y nos va contando acontecimientos vitales acontecidos en los años que van desde la Segunda República española hasta que cae el muro de Berlín.
El libro se me hizo larguísimo. Ni siquiera los diálogos me lo hicieron más amenos. Son más de mil páginas, lo cual lo hace un libro engorroso hasta para llevar de vacaciones.
Amelia es un personaje que no me atrae lo más mínimo. La encuentro muy sufridora, una mujer a la que la fuerza se le va en la intención de ser fuerte.
Lo que sí encuentro muy adecuada para la trama es la portada de la novela. El libro te deja tan helada como ese paisaje frío y nevado cruzado por una señora solitaria.