Hay tres reglas si uno quiere sobrevivir en tiempos de estrés. La primera es respirar profundamente. La segunda, contar hasta diez. Y la tercera, comer chocolate.
El Club de las chocoadictas está formado por cuatro mujeres: Lucy, Autumn, Nadia y Chantal, cuyas vidas están plagadas de fracasos amorosos. A Lucy la felicidad de que su jefe Aidan le declare su amor le dura bien poco, el novio de Autumn va a conocer a sus futuros suegros, que no saben que es un trabajador social negro, el marido de Nadia está endeudado hasta las cejas a causa de su adicción al juego online y Chantal está intentando salvar su matrimonio.
La sede del club se encuentra en el Chocolate Heaven (El Paraíso del chocolate), una cafetería muy sofisticada de Londres donde un par de gays muy trendy, comercializan todo tipo de delicias de chocolate.
Me he reído bastante con esta novela de Carol Mathews en la que los personajes femeninos son especialmente simpáticos y resulta facilísimo empatizar con ellos, sobre todo por la amistad a prueba de bomba que les une. No ocurre lo mismo con los personajes masculinos, mucho menos definidos y vistos siempre desde el punto de vista femenino.
El club de las chocoadictas resulta muy fácil de leer por varios motivos: los capítulos son bastantes cortos, el lenguaje empleado es muy cercano (incluidos los tacos), el argumento es muy simple, quizá incluso demasiado, y su prosa es sencilla y fluida.
En definitiva, un libro entretenido sin más, que hará salivar a más de una, pero cuyo argumento se olvida con la misma facilidad que se lee. Un tipo de literatura perfecta para intercalar su lectura con otras de mayor calado.