El NH Master de Barcelona es un hotel ubicado en un barrio, lejos de las Ramblas y de los sitios más turísticos de la ciudad condal. No es un hotel muy recomendable para pasar unas vacaciones en Barcelona, pero sí lo es para alojarte cuando estás en la capital catalana por motivos de trabajo, como era mi caso.
Este tres estrellas no desentona con las fachadas de los edificios que lo rodean. Pero si bien la fachada es de líneas sencillas y nada lujosa, su interior gana en modernidad. Decorado con un estilo clásico, predominan los tonos cremas y la opción por la funcionalidad.
Yo lo enocntré muy en la línea de otros NH: limpio, oredenado y confortable. Si bien tenía desventajas como, por ejemplo, la conexión wi fi gratuita que lo dejaba todo por desear. Sólo podías conectarte gratis en los ordenadores que había en recepción y la conexión iba muy lenta.
El personal era, en general, amable, aunque había algún chico de recepción que era un poco borde.
No comi en el hotel. Cerca hay un restaurante italiano que ofrece un buen menú a precio asequible.
Pese a estar en un barrio bastante concurrido, el silencio dentro de la habitación era total. El hotel está bien insonorizado. Tiene doble ventanal. Mi habitación era grande, con un armario grande, dos camas, un escritorio con su correspondiente silla... No me gustó que tuviera el suelo enmoquetado. Detesto la moqueta.
El cuarto de baño había sido reformado reciéntemente. Estaba todo muy nuevo y muy limpio.
Estuve como en mi casa. En este hotel tienen el detalle de que te dejan elegir la almohada. Tenían un folleto con varios tipos de almohada y eliges la que más te gusta.
No me importó estar un poco lejos del cenro de Barcelona. El hotel está bien comunicado por transporte urbano. El bus te ponía en un plis plas en el Paseo de Gracia.