Este lugar fue una auténtica sorpresa ya que lo encontramos por casualidad, estando por las Ramblas. Vimos un montón de gente entrando y saliendo y el nombre, Mercat de la Boquería. Yo sí que había oído hablar de él, como si de una atracón turística se tratase, así qe decidimos entrar siguiendo a la multitud.
Creo que es un lugar altamente recomendable, porque no se trata de un mercado como otro cualquiera, sino más bien una explosión para los sentidos. Mil colores, mil olores… todo se combina en ese lugar.
Lo que más llamó mi atención fueron los puestos de frutas y verduras. Son tremendamente coloridos y es que jamás he visto una fruta tan bien colocada y tan brillante en un mercado. Parece que la han colocado pieza a pieza para conseguir ese espectacular contraste.
En este mercado también podemos encontrar los típicos puestos como Carnicería, pescadería y chucherías, todos también muy bien colocados, aunque no te llaman tanto la atención como los de frutas.
Un problema en este lugar es que hay muchísima gente con lo que los pasillos se qedan estrechos, a pesar de que son más anchos de lo habitual en un mercado, pero claro, está plagado de turistas y es que es un lugar que merece la pena visitar y además es gratis, con lo que es m¡ una perita en dulce para los que estamos de vacaciones. Otro punto a su favor es que tiene una agradable temperatura, ideal para huir de los días de calor o frío.
El mercado de la Boquería es muy fácil de encontrar porque está en las Ramblas y está muy bien comunicado con el resto de la ciudad gracias al transporte público, pero es que además, esta muy próximo al mirador de Colón, el museo marítimo y otros lugares de interés, por lo que no olvidéis de incluirlo en vuestra visita a Barcelona.