La Catedral de Santa Eulalia de Barcelona, me parece que fue una de las primeras visitas que hice al llegar a esta ciudad. Fue ya hace muchos años, lo consideré una visita obligada, entre otras muchas, pues en Barcelona no se puede pasar olímpicamente de sus muchos monumentos o espacios llenos de arte.
Esta catedral tiene un nombre más completo es Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia. Pero también lleva el nombre de la Seu en catalán. Santa Eulalia es la patrona de la ciudad, fue mártir de los romanos a los 13 años de edad, tantos gansos blancos como tienen en el claustro de la catedral. Que es según la historia conocida el número que representa, además de su edad, tantos martirios como llegó a sufrir la santa.
El templo es gótico, se inició su construcción en el siglo XIII, bajo el reinado de Jaume I y sobre los restos de una iglesia visigoda. Han pasado muchos siglos hasta que se ha visto terminada, por eso tiene diferentes estilos en su construcción.
Tiene cinco puertas de entrada esta Catedral de Barcelona:
-La Puerta Principal: al centro de la fachada que da a la propia plaza de la Catedral, es la más bonita.
-La de Santa Eulalia: otra de las puertas, y que tiene la mayor entrada de gente. Da a la calle del Obispo y desde el claustro.
-La Puerta de La Piedad: sobre ella, podemos ver un relieve con este pasaje, enmarcado en un arco ojival y con labrad os preciosos.
-La Puerta de Santa Lucía, en la esquina derecha de la misma fachada principal, situada en un ángulo del claustro con entrada exterior.
-La Puerta de San Ivo: es la más antigua de todas.
Hay, sin embargo, un lugar dentro de esta catedral donde los barceloneses veneran una imagen: es nada más y nada menos que el Santo Cristo de Lepanto. Se trata de una imagen del s. XV, la cual se cree que presidía la galera capitana en la Batalla de Lepanto. Bajo la advocación del Santo Cristo, lograron hundir los barcos otomanos.
Si visitáis esta catedral, no dejéis de mirar con mucha atención su figura. Descubriréis que su costado, al medio de la figura, está ladeado. También se dice que el Santo Cristo se dobló al esquivar una bala de cañón. Historia, creencia o realidad, ahí está, pero lo cierto es que se le atribuyen numerosos milagros. Acompañándole, está la Virgen de los Dolores.
Si no os conformáis con ver la fachada de la catedral, yo os diría que le dierais la vuelta, que la vieseis por su parte trasera, donde se puede apreciar esa arquitectura ascendente y también sorprendente. Pero aún mejor si subís a su azotea, desde donde veréis toda Barcelona y desde donde podréis sacar fotos espectaculares.
Su altar mayor, y también sus múltiples capillas laterales, las bóvedas, los vitrales, los sepulcros, el coro, su órgano renacentista, o su precioso claustro son otras muchas cosas que ver en este templo que representa al cristianismo en la ciudad condal.