El Hotel Tryp Centro Norte de Madrid es un tres estrellas en el que encontré muchas ventajas.
La fachada de líneas severas contrasta con una entrada luminosa donde está la recepción y los sonrientes empleados. Da gusto lo bien que te reciben.
Nuestra habitación era doble, cama de matrimonio y una segunda cama que utilizó Patricia, nuestra hija mayor.
Nos costó llegar hasta ella. Tuviemos que andar un pasillo larguísimo enmoquetado que me pareció interminable durante los cuatro días que estuvimos alojados.
Menos mal que nos tocó un cuarto exterior, limpio, con camas cómodas y el resto del mobiliario funcional.
En decoración no hay excesos. Más bien hay excesos en minimalismo. Los pasillos, por ejemplo, no tienen ningún objeto decorativo, ni siquiera un cuadro en las paredes.
El cuarto de baño también estaba limpio.
Lo que más me llamó la acantidad de fruta que nos sirvieron en el desayuno. Mi marido, que es muy de comper fruta por la mañana, quedó encantado. También había bollería industrial abundante, té, infuisones varias, café, amntequilla, margarina, mermeladas,... Vamos, que no pasamos hambre.
Sólo por el desayuno completo que te ponen ya vale la pena alojarse en este bicado en la zona de Chamartín.