La Feria de Abril dió comienzo con la llegada del Martes en el tradicional alumbrado.
Las calles del Real, aunque estaban inundada por bastante público, no estaban tan llenas como en años anteriores. Así que la crisis parece que hace mella en el bolsillo de los sevillanos.
Las casetas que en la tradicional "Cena del Pescaito", estaban colmadas por sus socios, vieron la llegada de la luz que da comienzo a una semana de derroche físico y económico.
Por ello es recomendable dosificar nuestra presencia en el Real, y medir nuestro consumo, que puede rondar en el menor de los casos los 100 euros diarios por una pareja sin hijos.
También es recomendable saber elegir lo que comer y donde hacerlo, pues de ello puede depender el menoscabo de nuestro bolsillo, el disfrute del placer de comer y por supuesto la capacidad de saciarnos, por lo que es recomendable huir de surtidos ibéricos y mariscos, refugiándonos en platos elaborados pero más modestas.
La Feria es un lugar de lógico consumo de alcohol, en particular vinos finos y manzanillas, o el afamado rebujito, sin olvidarnos de la omnipresente cerveza o el típico pelotazo, por lo que es recomendable una ingesta moderada de estas sustancias, siempre acompañadas con algo de comida.
En cuanto a la posibilidad de entrada a las casetas, decir a los forasteros que existen un buen número de casetas públicas que generalmente coinciden con los Partidos Políticos y los Distritos sevillanos, pero que si se pide permiso con educación en una caseta privada que no esté llena, para realizar alguna consumisión, a buen seguro os será flanqueada la entrada, aunque bajo mi criterio, las casetas privadas son demasiado numerosas.