El Hotel Topacio en Roquetas del Mar es un hotel inaugurado en los años 90 que fue restaurado a fondo hace unos diez años. Su fachada aparenta menos años de los que tiene.
Es un hotel bastante grande. Tiene 149 habitaciones que son más lujosas que la recepción, bastante pequeña, donde te reciben. Bueno, el lujo ya lo percibes en el ascensor de vistas panorámicas. Me encantó el ascensor.
Mi crítica viene por la racanaría que mostraron a la hora de reponer geles y champús. Decían que gastábamos mucho. Yo creo que no era para tanto. En verano debes ducharte dos o tres veces al día.
El desayuno lo retiraban a las diez y media, un poco pronto para mí. Era tipo buffet igual que el resto de comidas. Muchos días pasé de ir a desayunar y me conformé con algo de bollería en la cafetería a eso de las doce de la mañana.
Nos apuntamos a una excursión que organizaba el hotel hasta el Cabo de Gata. Lo pasamos pipa. Pero los bocadillos que nos dieron para merendar eran minúsuculos. Le tuve que dar el mío a mi hija porque la niña se nos moría de hambre.
Lo mismo pasaba en los desayunos. Fuimos un día y salimos espantados por lo medido que estaba todo. Tocaba a botellín de agua por cabeza y no pidieras otro. Tenían todo muy racionado.
¿Más desventajas? El hotel carece de parking. Si llevas coche, lo dejas en un parking que hay en la calle.
La ventaja era que a unos 500 metros tenías la playa y estabas en plena zona turística de Roquetas.
Para divertirte era mejor que te buscaras la vida porque sólo había un par de animadores que hacían lo que podían. Era muy poca animación para niños y mayores.