Estuvimos comiendo en este restaurante alicantino hace como tres semanas y la verdad es que la experiencia ha sido totalmente decepcionante. Antes de nada hay que decir que este no es un restaurante independiente ya que pertenece a un grupo corporativo denominado Pastificio Service dedicado a la hostelería. Y precisamente la sensación que da este restaurante es ésa misma, que son una gran empresa que ganan mucha pasta y que proporcionan un servicio lo más justo posible para maximizar beneficios escudados en un logotipo corporativo.
La comida es bastante normal, aceptable, pero no tiene nada especial. De comer en un buen restaurante italiano a comer aquí hay una diferencia monumental, que se nota sobre todo en la calidad de las pastas y demás, en otros sitios la pasta es artesanal, aquí poco más que parece que es de Pastas Gallo. Muy al hilo con lo anterior, los precios son exagerados, bastante caros para lo que se recibe a cambio. El servicio no tiene nada especial, da sensación de que todo es "de pega", no hay nada auténticamente italiano.
Básicamente lo que da la sensación es que es una típica franquicia de cartón piedra que sirve los mismos platos en toda la cadena de restaurantes, precocinados o quién cómo preparan la comida, tratando hacerse pasar por un verdadero restaurante italiano cuando realmente no lo es.
Decepcionante.