Me recomendaron este hotel unos amigos y me fui a pasar un fin de semana con mi pareja. La experiencia fue inolvidable, porque este hotel es casi perfecto, no sólo el extraordinario encanto de las instalaciones, con esa construcción de tipo rural a base de piedra y tejas, sino que el interior es de una gran comodidad, con una decoración moderna pero conservando el toque rústico. Además la comida que sirven es espectacular, todo un ejemplo de gastronomía asturiana, el spa es fantástico con el servicio de masaje, las habitaciones son amplias y cómodas, con todos los servicios, etc. De hecho, por mi trabajo requiero de una conexión a internet al menos un rato al día, y en este lugar la conexión era perfecta teniendo en cuenta el lugar en el que estábamos, cosa que temía.
Mención aparte requiere el entorno. Si conocéis Asturias poco os tengo que decir, y si no ya estáis tardando en pasar unos días en esta gran región, es un entorno de cuento, así que sencillo.
Saludos.