El Café Casino está situado muy cerca de la Catedral de Santiago de Compostela, en pleno casco antiguo, concretamente en la Rúa do Vilar número 35.
Es un local muy amplio, de decoración clásica. Es precisamente este aspecto el que le hace diferente. El hecho de mantener la decoración del siglo XIX le diferencia del resto de cafés y locales que proliferan en la ciudad.
En el centro del salón, hay un piano de cola maravilloso que a ciertas horas los fines de semana toca música en directo un pianista. En los laterales y junto a las ventanas, unos sillones rodeando unas pequeñas mesas, perfectas para tomar un café a la vez que se lee uno de los periódicos gratuitos que se ofrecen en el café.
Sus paredes, con madera hasta media altura, sus suelos de parquet y sus techos altísimos, de los que cuelgan varias lámparas imponentes, contribuyen a crear atmósfera del siglo XIX.
El público que se da cita en este café es muy variopinto: señoras de toda la vida, guiris, peregrinos, estudiantes, etc...
El Casino cuenta también con una terraza entoldada en plena Rúa do Vilar, una de las más populosas de Santiago. Además, ofrece conexión wi-fi abierta y un menú a precio muy razonable: 11 euros, que no está mal para tratarse de una ciudad tan turística.
En la carta, numerosas opciones: gran variedad de cafés, tartas, helados, infusiones, bocadillos y hasta pizzas. Sin embargo, tengo la impresión de que la mayoría de las opciones no están a la altura de un local así. Tal vez la mejor idea sea tomar un café o una infusión y disfrutar del ambiente del siglo pasado.
El principal inconveniente que encontrarán los fumadores a este café es que el lugar destinado a los amigos del tabaco parece un "cuarto de los castigados": oscuro y triste.
Una recomendación final: si es posible, sentaos en una de las mesitas pegadas a los ventanales que dan a la Rúa do Vilar. Son las mejores.